Sobre la Renta Básica Universal
ROBERTO BLANCO TOMÁS
La Renta Básica Universal es un tema que, de un tiempo a esta parte, aparece en muchas conversaciones, seguramente por efecto de la crisis. Con cada vez más personas por debajo del umbral de la pobreza, a cualquiera con un mínimo de conciencia social le surgirá, en uno u otro momento, la pregunta: “¿en qué tipo de sociedad vivimos que permite que ocurran estas cosas?”.
Es en este punto del camino, en el de una sociedad —la nuestra— con graves carencias, donde nos encontramos con el tema de este artículo. Según aparece definida en la entrada sobre este término de la Wikipedia, la Renta Básica Universal sería “el derecho de todo ciudadano y residente acreditado a percibir una cantidad periódica que cubra, al menos, las necesidades vitales sin que por ello deba contraprestación alguna”. Sus partidarios afirman que, además de mejorar la situación de las personas con un nivel adquisitivo bajo, evitaría o dificultaría la desvalorización de nuestra capacidad de trabajo (nadie se vería obligado a aceptar condiciones deplorables forzado por la necesidad), empoderando a los trabajadores, además de que sería menos probable el trabajo ilegal, pues no se perdería esta renta al encontrar un empleo. Evidentemente, también tiene detractores, que inciden sobre todo en el gasto que supondría y las dificultades del Estado para sostenerla, además de su probable repercusión en los precios, que podría “devolvernos a la casilla de salida”.
Ésta es una propuesta que tiene ya cierto recorrido, no es por lo tanto nueva: en el año 2013, la Comisión Europea aprobó la recogida de firmas de una iniciativa de ciudadanos europeos en este sentido. Si dicha iniciativa llega al millón de firmas y se aprueba, la Comisión incentivará a los países europeos para explorar el concepto de Renta Básica Universal. En España, en 2014 se presentó una Iniciativa Legislativa Popular por la Renta Básica, que se encuentra en fase de tramitación. Al mismo tiempo, se ha creado en nuestro país la Plataforma por la Renta Básica y la Coordinadora por la Renta Básica de las Iguales.
De todas formas, y en mi humilde opinión, una renta de este tipo sería “solamente” una medida “defensiva” ante la situación que vivimos hoy. Por supuesto que la necesidad en la que se encuentran cada vez más personas es algo real, hay que buscar soluciones urgentes y la premisa básica de la iniciativa —“todas las personas tienen derecho a subsistir con dignidad”— es de justicia.
Pero pienso que esta reivindicación no debería convertirse en un sustituto de otra para mí más troncal: empleo digno con salarios y condiciones dignas para toda la población activa. O mucho mejor: otra forma de organizarnos que permita a todas las personas que integran esta sociedad aportar su esfuerzo en la medida de sus posibilidades y al mismo tiempo garantizar que sus necesidades se vean cubiertas. Ésa es la sociedad que anhela el que esto suscribe…
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