Descontento por la gestión de la COVID
El confinamiento nos ha afectado económicamente, porque nos ha parado varios proyectos en marcha. Aún no sabemos, hasta que se permita la movilidad absoluta en la fase 3, si será algo temporal.
Afortunadamente, ni yo ni en mi familia ha habido ningún afectado por coronavirus. Mi madre y mis tíos viven en casas y residencias, y superan todos los 80 años, teniendo los más mayores 92 y 94. En cambio se contagiaron cuatro amigos con edades entre 40 y 50 años: pasaron lo peor sin gravedad en una semana, quedándoles falta de gusto y olfato durante 14 días más.
Por fortuna, mi profesión de medicina natural y bioenergética me ha permitido ayudar a muchas personas con COVID-19 que redujeron la fiebre, otros factores de riesgo y síntomas al mínimo.
Creo que esta pandemia ha tenido varios impactos:
Aunque se dicen expertos su desconocimiento sobre prevención y contagio del virus, nos han inundado de constantes medidas e informaciones contradictorias y confusas.
El estado de alarma ha alterado la libertad de las personas y se ha creado miedo social.
La falta de previsión de la pandemia, la falta de medios y el desconocimiento ha superado a Gobiernos de muchos países y su capacidad de gestión.
Las consecuencias del extremo estado de alarma están siendo la pobreza, el desempleo, la destrucción de empresas y la desaparición de algunos sectores.
La diferencia enorme entre ingresos y gastos está creando más deuda a España, lo que nos hará estar a expensas de ayudas de la Unión Europea
Mi consejo a este Gobierno con urgencia es que ya debía haber recortado gasto público, como subvenciones a televisiones, asociaciones, autonomías; despido y recorte del sueldo de políticos… Actualmente tenemos descontento por la gestión de la COVID, crisis económica sin precedentes, despilfarro del dinero público, subida de impuestos, coacción y batalla política constante… Mi previsión para el próximo año es que la situación será mala a nivel mundial y extrema para España, y un probable cambio de Gobierno.