Si por algo se caracteriza el periodo navideño es por la cantidad de celebraciones en las que la comida es la protagonista. Comidas, meriendas, cenas… todas alrededor de una mesa con la familia y nuestros seres queridos.
Sin embargo, este festival de calorías no es beneficioso para nuestra salud. En especial para las personas con patologías como la diabetes y con sobrepeso y obesidad, entre otras. Los mayores errores que se cometen al afrontar estas fechas desde el punto de vista gastronómico son tres:
— La estimulación permanente por la gran cantidad de alimentos que dejamos a la vista nada más empezar este periodo.
— La lista de la compra se hace, en la mayoría de los casos, en la cantidad en vez de en la calidad de los alimentos.
— Se olvida la preparación de alimentos que son beneficiosos para la salud y que sin embargo en otras épocas del año sí consumimos (frutas, verduras, hortalizas, legumbres…)
Hay que ir cambiando poco a poco esta cultura en la que prima la cantidad en vez de la calidad y que tan arraigada está en nuestro país. Una serie de consejos para conseguirlo:
— Reducir los estímulos por los alimentos: evitar dejar a la vista la típica bandeja de dulces navideños. Es mucho más difícil comer aquello que no se ve.
— Reducir la cantidad de alimentos que se compran: es preferible probar una cantidad más reducida de alimentos “buenos” que tomar gran cantidad de diferentes. Esto se consigue reduciendo la cantidad de aperitivos que adquirimos al hacer la compra.
— Planificar las comidas: hay que basarse en la exquisitez de los alimentos y no en la cantidad.
— Nada está prohibido: en una dieta equilibrada ningún alimento está prohibido, pero los alimentos que son más perjudiciales para la salud hay que consumirlos de forma esporádica.
Atendiendo a estos consejos no solamente no ganaremos peso durante este periodo, sino que además si estamos en una dieta contra la obesidad y el sobrepeso mantendremos la pérdida a largo plazo. En este punto hay que recordar que la obesidad y el sobrepeso deben ser consideradas como enfermedades, no como problemas estéticos.
Un menú para una de estas celebraciones puede consistir en una ensalada de diferentes tipos de lechuga (lo que se conoce como “mézclum”) con bogavante, un buen pescado al horno y, como postre, una ensalada de frutas naturales, todo ello regado con un buen vino. Esto permitirá un mayor disfrute de la velada y una digestión más ligera. Está demostrado que cuantos más alimentos están en una mesa, más se come.
Dr. Sánchez Franco
Endocrinólogo
Hospital Nuestra Señora del Rosario