Las obras sobre tapetes de 51 artistas con las que se homenajeó a Picasso

Hasta el 3 de marzo en el Museo Lázaro Galdiano

Tenemos en el Distrito una de las exposiciones más singulares de la temporada: Homenaje a Picasso. Vallauris, 1972. Una muestra que, de la mano de la Fundació Antoni Vila Casas, reúne hasta el 3 de marzo en el Museo Lázaro Galdiano 51 de los 400 tapetes intervenidos por más de 270 autores nacionales e internacionales como Miró, Calder, Hauffe, Brossa, Neruda, Buero Vallejo, Alberti, Saura o Equipo Crónica, entre otros, confiriendo al conjunto la condición de verdadero muestrario de los múltiples lenguajes artísticos que convivieron durante la década de los 70 en España. Una exposición que refleja las contradicciones, deseos y temores, los logros y los estímulos artísticos e ideológicos dominantes en el arte español en los últimos años de la dictadura al “poner sobre el tapete” la indignación del mundo del arte ante el agravio a un artista que personificaba el valor de libertad, así como la frustración provocada por el silencio oficial que permitía este ataque.

La muestra rememora aquel 1er. Rencontre International d’Hommage à Picasso que tuvo lugar en Vallauris en 1972 que materializó la indignación del mundo del arte ante la violencia política contra el artista, así como la frustración provocada por la actitud oficial que permitía ataques de grupos extremistas a galerías, librerías, etc. que celebraban el aniversario del pintor en sus escaparates. Entre ellas, la galería barcelonesa Taller de Picasso o la galería Theo de Madrid, que había sufrido un ataque precisamente cuando mostraba 24 grabados de la Suite Vollard de Picasso. Ambos sucesos fueron incluidos en una secuencia más amplia de atentados contra la cultura, como los asaltos a las librerías Visor, Cultart y Antonio Machado de la capital o la librería Cinc d’Oros de Barcelona, que se prolongaron hasta los albores de la democracia.

El soporte: un tapete

Homenaje a Picasso. Vallauris, 1972 reúne una cuidada selección de obras del conjunto original que transmiten el espíritu del proyecto y se presentan con las más diversas técnicas respondiendo a diferentes temáticas y sobre un mismo soporte: un tapete, en el sentido más estricto del término; piezas de algodón rectangular orladas con una puntilla confeccionadas hace 51 años por las religiosas de un convento del barcelonés barrio de la Bonanova.

El 1er. Rencontre International d’Hommage à Picasso, que tuvo lugar en septiembre de 1972 en la población más cercana a la residencia de Picasso, Vallauris, fue impulsado por Santiago Palet y alentado por Antoni Tàpies, quien le recomendó iniciar una acción para homenajear al artista y le ofreció realizar él mismo unos dibujos para activarla. También Salvador Dalí le sugirió la idea de utilizar un soporte homogéneo y propuso considerar los mantelillos de papel troquelado que cubren las bandejas de las confiterías de Figueres. Fue Palet quien finalmente sustituyó la idea del mantelillo de papel troquelado por el tapete: un soporte más resistente que transmitía del mismo modo la idea de una bandeja alusiva al homenaje.

Se trataba de hacer llegar estos tapetes a artistas visuales, escritores, músicos y personajes del mundo cultural y solicitar su adhesión al homenaje a Picasso mediante la realización de una dedicatoria dibujada sobre la tela orlada. Los tapetes eran enviados por correo junto con una carta en la que se explicaba, mediante un collage de recortes de prensa, el atentado sufrido por la galería Taller de Picasso en el contexto de los ataques al artista. Se comunicaba la intención de formalizar una exposición y se solicitaba una dedicatoria sobre el soporte incluido. Mediante el mismo canal postal, los artistas devolvieron sus tapetes intervenidos.



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