Todos hemos experimentado tristeza, es un estado emocional de lo más normal que aparece ante circunstancias como una
pérdida, expectativas no cumplidas, eventos estresantes o simplemente cambios fisiológicos. Por contra, la depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la pérdida de interés o placer general, fatiga crónica o desmotivación, alteraciones del sueño y apetito, dificultad de concentración y culpa o baja autoestima. En los niños se manifiesta habitualmente a través de problemas de conducta. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.La mejor forma de defendernos de la depresión es prevenirla o intervenir ante los primeros síntomas: haz cosas que mejoren tu autoestima, sobre todo aquellas que “den sentido” a tu vida. Acepta tus limitaciones y no seas tan autocrítico. Ante los problemas no seas tan pesimista. Mantén una actitud relajada y flexible. Aprende a relativizar. Cuida tus relaciones. Buena alimentación y hábitos de sueño. Practica ejercicio. Y no te olvides de actividades lúdicas.
Hoy en día desde la psicología se dispone de estrategias terapéuticas muy potentes para la prevención y tratamiento de la depresión.
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