Proteger los cines es proteger la cultura
Una de las noticias más tristes que han pasado en el Distrito estos últimos años es el cierre del Cine Conde Duque Goya. Un cine que al que todos hemos ido muchas veces, y al que guardamos mucho cariño. Era uno de los escasos cines que quedaban en el centro de Madrid. Y se convertirá, previsiblemente, en un supermercado. En los últimos 50 años se ha producido una paulatina desaparición de salas de cine en nuestra ciudad: de 161 cines a apenas en torno a 30.
Pero… ¿es esto evitable? ¿Basta con decir que el cine no es rentable para no hacer nada? Por desgracia, el Ayuntamiento no solo no ha sido partícipe para mantener los cines, sino que ha favorecido todo lo contrario. La especulación urbanística ha convertido los locales del centro en un codiciado negocio, con la colaboración municipal. El PP, con el alcalde Ruiz Gallardón, modificó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2005 para permitir la modificación de los usos de las salas. Algo que estaba blindado en el PGOU de 1997. El efecto fue que los cines empezaron a cerrar.
Sin embargo, hay numerosas sentencias del Tribunal Supremo que han reconocido que un Ayuntamiento tiene la potestad discrecional para revisar o modificar el planeamiento, de modo que el planificador dispone para escoger, entre las distintas alternativas, la mejor para el interés público.
Y con esto de fondo llegamos a nuestro querido Cine Conde Duque Goya. El Gobierno de Ahora Madrid empezó un Plan Especial, que ha continuado el actual Gobierno de Almeida, que ha implicado el cierre del cine. Resulta que llegaron a justificar el cambio de uso diciendo que van a mejorar la oferta comercial. Y cualquiera que se pasee por la calle ve que si algo hay en Goya es oferta comercial.
En Madrid hay ejemplos de cómo se puede dar una vuelta a cines tradicionales para mejorar su rentabilidad, manteniendo su uso cultural: los teatros Luchana o el nuevo Palafox son ejemplos de cómo se han adaptado los usos culturales a las nuevas formas de ocio que demanda la sociedad.
El Ayuntamiento por desgracia solo se ha dedicado a hacer de ventanilla que tramita proyectos privados y no ha defendido el interés general. No solo no ha protegido urbanísticamente el lugar, sino que no buscó fórmulas como ayudas fiscales, promoción desde la Administración de la programación, poder hacer eventos en colaboración con los establecimientos, etcétera.
Cuando se haga balance de la legislatura, como vecino del Distrito y secretario general del PSOE del Distrito Salamanca, si de algo me siento orgulloso de la actuación del Grupo Municipal en Cibeles fue votar en contra del Plan Especial que cerraba el cine. Cuando vino el momento de la verdad, el PSOE apostó por mantener ese cine. Otros no sé si podrán decir lo mismo. Defender los cines es proteger la cultura.