Me refiero al presente; sí, al aquí y ahora.
Ni el pasado fue tan maravilloso o nefasto, según quien lo recuerde. De cualquier modo, los recuerdos, por muy veraces que los creamos, son selectivos: nuestra mente conserva y mantiene aquellos que más nos afectaron o impactaron y, según nuestro carácter y circunstancias será nuestra percepción, pues no debemos obviar que, por muy objetivos que pretendamos ser, somos seres humanos y no podemos evitar que en nuestra mente y en nuestro razonamiento influyan también nuestros sentimientos, así que debemos aceptar nuestra subjetividad también en lo que recordamos. Creo que esta aceptación ya indica un avance, hemos subido un escalón más en nuestro nivel evolutivo.

No sirve pre-ocuparse por lo que no sabemos si ocurrirá, que probablemente nunca será como lo hemos imaginado o nos lo han pintado, sobre todo si nos ocupamos del aquí y ahora. Estamos viviendo unos tiempos y unas situaciones muy interesantes, y hasta me atrevería a decir trascendentales, para que nos perdamos en etapas pretéritas o imaginando posibles futuros... Centrémonos en el presente y en lo que se puede mejorar desde cualquier posición en la que nos encontremos, y mañana o pasado mañana veremos los resultados.