MAZDA MX-30: un alma cien por cien eléctrica
La firma de Hiroshima que sigue produciendo el cabrio más vendido del mundo, que mantuvo en el mercado el motor rotativo Wankel y que el año 2017 logró posicionarse como una de las compañías más fiables del mundo, tiene intención de seguir capitalizando su marca, con el fin de abrir nuevos mercados en países donde está ausente, y reforzó su sinergia con la participación de Toyota en el 5% de su capital en el año 2018.
Mazda fabrica automóviles desde 1920, a los que hasta la fecha ha dotado de motor de explosión, siendo el Mazda MX-30 su primer vehículo totalmente eléctrico, al que mueve un motor que aporta el equivalente a 145 CV, con una autonomía de 200 kilómetros, que aunque parezca escasa para viajar dispone de un sistema de carga rápida que en 30 o 40 minutos reposta el 80% de la capacidad que tiene la batería ligera de última generación, suficiente para trayectos urbanos y desplazamientos diarios. La media europea de uso de un vehículo es de 48 km diarios, por lo que dentro de esos parámetros de uso, al MX-30 le deberían “sobrar” 150 km de autonomía. Esos145 CV mueven al vehículo de manera alegre y sobrada.
Se trata de un modelo basado en el CX-30
Este nuevo Mazda MX-30 es un modelo basado en el CX-30, su SUV de tamaño medio. De hecho comparten plataforma, una estructura que se caracteriza por su ligereza y rigidez estructural. El vehículo combina elegancia y funcionalidad de depurado diseño exterior. Este SUV nos permite un plano alto de conducción, mejor visión, facilidad para acceder al vehículo y para salir, gracias a la apertura de puertas freestyle de puertas enfrentadas, que dan sensación de ligereza y libertad en su uso. Con una capacidad para cinco pasajeros, dispone de unas medidas de 4.395 mm de longitud, 1.800 mm de ancho y 1.570 mm de altura, que permiten disfrutar a los pasajeros de espacio más que suficiente.
Compite en el ámbito de los SUV eléctricos de tamaño medio con no demasiados rivales en España: el DS 3 Crossback E-Tense, con una autonomía de 300 kilómetros; con el Hyundai Kona eléctrico, con 482 kilómetros de autonomía; o con el Kia e-Niro 150, con una autonomía de 455 kilómetros.
Son de destacar las tres pantallas que ofrece este modelo. Una primera que se corresponde con el cuadro de instrumentos y que tiene 7,7 pulgadas, otra pantalla de 8,8 pulgadas en el centro de la consola, y por último una más en una parte inferior situada tras la palanca de cambios, tratando así de evitar despistes en la conducción por el exceso de información que suele acompañar a las pantallas del cuadro de instrumentos.
Mazda ha eliminado piel y se ha introducido en los interiores sostenibles, para lo que ha introducido corcho sobrante de la producción de tapones para botellas, un material que ha aplicado en la bandeja de la consola y en los tiradores de las puertas con un recubrimiento específico. En la parte superior del guarnecido de las puertas se ha empleado un tejido de fibras fabricadas a partir de botellas PET recicladas, y que otorga un tacto blando y fácil limpieza.
El vehículo va dirigido a “clientes que viven en zonas urbanas y suburbanas, que recorren 50 kilómetros diarios y que tienen un poder adquisitivo medio-alto o alto y, además, cuentan con dos o más coches... y que, además, están concienciados con el medio ambiente y la seguridad”, afirman los directivos de la marca en España.
En definitiva, calidad, originalidad y diseño, los elementos que siempre han distinguido a Mazda.