‘Miro el futuro con positividad’

Graciela López de la Fuente, abogada y profesora de la Universidad de Valladolid, nuestra Vecina del Mes

ÁFRICA MARTÍNEZ

Este mes entrevistamos a Graciela López de la Fuente, abogada y profesora de la Universidad de Valladolid en el Departamento de Derecho Mercantil, del Trabajo e Internacional Privado.

Actualmente imparte diversas asignaturas del área de Derecho del Trabajo de los Grados en Administración y Dirección de Empresas y en Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la Escuela de Ciencias Empresariales y del Trabajo del Campus Universitario Duques de Soria. Esta bilbaína de 30 años y vecina de nuestro distrito es además Doctora en Integración Europea y Premio Extraordinario de Doctorado, entre otros títulos. Asimismo ha participado en la edición de varias publicaciones científicas e impartido conferencias y seminarios de su especialidad.

¿Quién es Graciela López de la Fuente?
Una joven que comienza su carrera como docente e investigadora con ilusión, a pesar de los baches, que no son pocos, que surgen en el camino. Implicada en la comunidad universitaria y dispuesta a seguir creciendo, aprendiendo y mejorando tanto en lo profesional como en lo personal.

¿Cuál ha sido su trayectoria?
Nací y crecí en Bilbao, y con dieciocho años me fui a Francia para cursar mis estudios universitarios. Allí pasé cinco años, durante los cuales me licencié en Derecho en la Universidad de Pau. Posteriormente realicé dos másteres de especialización, el primero en la Universidad Lumière Lyon II y el segundo en la Universidad de Valladolid. Fue entonces cuando conseguí una Beca de Formación de Personal Investigador, que me permitió cursar los estudios de Tercer Ciclo, realizar una tesis doctoral y finalmente doctorarme en Integración Europea en la Universidad de Valladolid.


¿El mayor reto?
En mi carrera profesional, el mayor reto es conseguir que los estudiantes se interesen por las materias que están cursando. A menudo se sienten desmotivados, pues saben que lo verdaderamente difícil viene cuando acaben la universidad. Es importante motivarles para que den lo mejor de sí, y para eso el profesor también tiene que esforzarse. Es una gran satisfacción ver que un alumno aprovecha tus clases, se gradúa con éxito y logra encontrar una salida profesional.

En mi carrera académica, sin duda el mayor reto fue la elaboración de mi tesis doctoral. Fue una etapa de mucha actividad, en la que tuve que superar obstáculos, pero también fue el periodo que más satisfacciones profesionales me ha aportado, ya que gracias a esa etapa he podido publicar mi monografía y conseguir méritos para acreditarme como profesora ayudante doctor y lograr así una plaza en la universidad. Fue una etapa de mucha incertidumbre, pues no creía tener la oportunidad de trabajar en la universidad, pero aún así quería terminar el doctorado. Mientras tanto, decidí ampliar las posibilidades laborales y no limitarme a la tesis, y es por lo que hice los cursos de la Escuela de Práctica Jurídica y realicé durante esos años pasantías en despachos de abogados. Fueron unos años en los que aprendí muchísimo.

 

Nació en Bilbao, vive en Madrid y trabaja en Valladolid… ¿Qué significa este esfuerzo permanente?
Es complicado, tengo que viajar constantemente, pasar la semana trabajando en otra ciudad y volver a casa el fin de semana. Además, mi familia vive en Bilbao, y aunque voy a verles siempre que puedo, me gustaría poder ir mucho más a menudo. Así se hace difícil conciliar la vida laboral y familiar, pero, a pesar de todo, me considero afortunada, pues disfruto con mi trabajo y he aprendido a valorar el tiempo que tengo libre para estar con mi familia y amigos. Por supuesto que lo ideal sería tenerlo todo en la misma ciudad, y ya puestos a pedir, en la mía, no tener que desplazarme constantemente. Sé que es un esfuerzo que tengo que hacer, pero también sé que tiene que ser algo temporal, algún día llegará ese momento… Tengo que ser optimista y confiar en que sea solo una cuestión de tiempo.

¿Cómo ve el futuro laboral de nuestros jóvenes?

Como todos sabemos, la situación es muy preocupante para los jóvenes y para los no tan jóvenes. Muchos nos vemos en la obligación de alejarnos de nuestro entorno para buscar una salida profesional, de aceptar trabajos que no se adaptan a nuestra cualificación, precarios y mal remunerados. A pesar de todo, miro al futuro con positividad, pues en el presente los jóvenes estamos poniendo mucho de nuestra parte, estamos demostrando que estamos preparados, que estamos dispuestos a seguir intentándolo, a viajar, a ser pacientes, y todo ese esfuerzo tiene que verse recompensado.

¿Y cuáles son sus recomendaciones?
En mi modesta opinión, creo que es fundamental no quedarse parado, seguir formándose y aprendiendo siempre. Los idiomas son una apuesta segura. Si uno no encuentra trabajo es importante que busque alternativas como becas o prácticas aquí o en el extranjero. Desde luego, esto no es una solución, pero al menos es una vía para seguir activo, mejorar el currículo y no perder el contacto con el mundo laboral. A veces, de esas experiencias pueden surgir oportunidades de empleo. En mi caso, tras cuatro años como becaria de investigación, sucedió.

¿Proyectos de futuro en el barrio?
En el Colegio Caldeiro, que llevo colaborando con ellos 30 años. Por ejemplo Bicicletas Macario ya nos ha regalado 8 bicis; o Coca Cola, que sufraga los carteles anunciadores de todas las actividades y cubre las bebidas necesarias. Y como ellos hay muchas empresas que en cuanto les aviso nos participan.

¿Cómo es su relación con el distrito de Salamanca?
Hace muy poco que me mudé a Madrid, y desde luego estoy encantada de haber elegido este distrito. Lo voy descubriendo día a día, y cada vez me sorprende algo nuevo. Es un distrito muy cómodo por su ubicación y sus servicios, tiene unos comercios estupendos,