Cetelem devuelve a un socio de FACUA 10.000 euros

Tras la actuación de FACUA, Banco Cetelem ha devuelto a un asociado 10.000 euros por los intereses usureros de una tarjeta revolving contratada hace más de 30 años y por las primas de un seguro asociado al préstamo que comenzó a cargarle unilateralmente cinco años después. La entidad ha accedido a abonar la cantidad para evitar ir a juicio, después de que un juzgado de primera instancia de Badajoz admitiera la demanda presentada por el equipo jurídico de la asociación.

Fernando R. M. contrató en 1993 una tarjeta de crédito revolving con Fimestic (posteriormente Cetelem) con una línea de crédito autorizada de 100.000 pesetas (unos 600 euros), si bien a lo largo de los años ésta fue experimentando diferentes modificaciones hasta alcanzar los 3.600 euros. Con ello, se estableció la devolución en cuotas de 106,85 euros mensuales, aunque nunca le informaron de los intereses que le aplicarían ya que no le enviaron el contrato. Intereses que llegaron a alcanzar entre el 20 y el 26% TAE. Con este tipo de tarjetas se dispone de un límite de crédito determinado que habitualmente se devuelve a plazos a través de una cuota fija mensual. La deuda derivada del crédito se renueva mensualmente si el usuario realiza compras o disposiciones de efectivo.

En su día, Fernando contrató el producto vía telefónica, y nunca llegó a recibir por escrito las condiciones contractuales de la tarjeta de crédito (no le dijeron que era revolving). Tampoco le facilitaron información alguna sobre el seguro vinculado a la tarjeta que le dieron de alta unilateralmente varios años después. Fueron pasando los años y, pese a haber atendido los pagos mensualmente, la cantidad que Fernando adeudaba era prácticamente la misma. Y ello a pesar de que desde 2010 no hizo uso alguno de la tarjeta.

En diciembre de 2020 se dirigió a Cetelem para solicitar que le remitiesen una copia del contrato de la tarjeta revolving que tenía a su nombre. En varias ocasiones le aseguraron que le mandarían dicha copia, pero pasaron los meses y nunca lo hicieron. No fue hasta noviembre de 2021 cuando, tras la insistencia de FACUA y del socio afectado, la entidad remitió una copia del contrato originario. De este modo, el equipo jurídico comprobó que el TAE para dicho préstamo se había ido modificando con el paso de los años, estableciéndose siempre en un porcentaje muy superior a la media de los intereses que se venía aplicando en el mercado en cada momento.

Entre 1993 y 2010, fecha en que dejó de usar la tarjeta, Cetelem llegó a cobrar al usuario 7.325 de intereses usureros, 3.097 euros de seguros que nunca solicitó, 187 euros de intereses de demora por retrasarse en algunos pagos y 313 euros de comisiones de las que nunca le informaron por sacar dinero en cajeros.


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