CINE. ‘Hojas de otoño’
ANA ÁLVAREZ , 19 de octubre de 2024
Aki Kaurismäki nace en Finlandia en 1954. Según El British Film Institute es el cineasta más prolífico de aquel país, seguido por su hermano Mike: juntos son creadores de una quinta parte de todo el cine finlandés.
Su cine nos presenta un aspecto áspero, seco, absurdo, cómico y negro de la vida, no por la historia que nos narra, sino por las reacciones austeras y simples con las que responden sus personajes frente a los acontecimientos cotidianos de la vida; es como la continuidad de la cotidianidad de los eventos de una vida.
Su cine nos conduce por mundos mezclados entre flores, tabaco, alcohol, música (tango, rock & roll y el punk) y perros. Nos muestra en su cine una analogía real de lo que es la gente común y que es compasiva frente a las complicaciones de la vida en contrafuerza del cinismo de la sociedad y del sistema que no aprecia el valor humano. La fuerza del cine del director radica en su amor a la vida y su humanismo, mostrado una solidaridad fraternal entre sus personajes: se prestan dinero, se ayudan a encontrar trabajo, comparten el sufrimiento de su amigo y buscan la manera de resolverlo (aunque no siempre juntos). Esto es una constante en sus películas: Sombras en el paraíso (1986), Ariel (1988), La chica de la fábrica de cerillas (1990) como ejemplos.
Hojas de otoño (Fallen Leaves, 2023) es la historia de Ansa (Alma Pöysti, 1981), una tímida mujer trabajadora de un supermercado en Helsinki que es despedida tras ser pillada por “robar” un yogur caducado, pero sustraído de la basura de la tienda; y de Holappa (Jussi Vatanen, 1978), un obrero limpiador de polvos tóxicos en la industria metalúrgica, que en el Helsinki actual no cuenta con la indumentaria reglamentaria para el oficio y que es despedido por razones de su historia. Ambos actores dentro de sus personajes nos muestran su fragilidad, su desesperanza y la humanidad que los complementa.
Los personajes solitarios, que creen fielmente en la aburrida continuidad de sus vidas, se conocen en un bar de karaoke. A partir de aquí sus vidas se entrelazan con desencuentros comunes, pero en ninguno de éstos existe un gran dramatismo, nada que no haya sucedido con anterioridad. Fallen Leaves pone al descubierto la soledad, la incomunicación y la imperante necesidad humana de la conexión. Es una muestra melancólica, donde los diálogos son escasos, también las anécdotas cotidianas, pero todos los días son novedad; la historia en algunos casos es dotada de humor seco, brillante, muestran lo realmente importante, como por ejemplo Chaplin, el perro de Ansa, o la radio de los 80´s con noticias del mundo reciente.
Estimado público, espero no equivocarme y creo que no existe ni siquiera “El método Kaurismäki”, pero para mí consiste en trabajar con tu mismo equipo humano o técnico por más de 20 años, los actores no ensayan ni en solitario ni entre sí, y únicamente se ejecuta en una sola toma en 35 mm (Kaurismäki no rueda en digital). Esto lo realiza así para verificar la autenticidad de lo que la cámara va a captar sobre los personajes, es decir, primera y única vez que ocurre, dando lugar a la sorpresa y a la vida misma.
Hojas de otoño está en Filmin.
ANA ÁLVAREZ