FACUA solicita al Ayuntamiento que acabe con las ‘cocinas fantasma’
FACUA Madrid se ha dirigido al Ayuntamiento de la capital para solicitarle que acabe de forma inmediata con las instalaciones de las denominadas “cocinas fantasma”, que desde algún tiempo inundan la ciudad.
Estos negocios se dedican a la venta de comida a domicilio y disponen únicamente de un local con solo personal de cocina y de reparto, ocasionando que los vecinos colindantes a los locales sufran ruidos, olores, emisiones de humo y, en algunas ocasiones, situaciones de insalubridad en los alrededores.
En este sentido, la asociación se une a la petición que están realizando desde la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid y la Plataforma Vecinal de Afectados por las Cocinas Fantasma, para solicitar al consistorio que regule de manera inmediata los requisitos y condiciones que deben aplicarse, para evitar con ello las molestias con las que conviven diariamente los usuarios y vecinos. Es por ello que FACUA ha denunciado ante la Administración local los ruidos producidos por la carga y descarga de los vehículos de entrega, que incluso utilizan plazas destinadas a minusválidos.
A ello se suma la problemática del sistema de extracción de humos de dichos locales a través de las máquinas que están funcionando desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche. Otro perjuicio son los olores constantes a comida o la acumulación de residuos, ya que en algunos de los casos usan los mismos contenedores que los vecinos.
Asimismo, la asociación ha tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de que este tipo de negocios utilizan licencias calificadas de industriales a pesar de albergar usos claramente residenciales y están ocasionando también problemas de salud y seguridad vial a los alumnos de los colegios que tienen cerca.
FACUA Madrid entiende que el Ayuntamiento, ante la ausencia de una normativa específica, debe hacer un esfuerzo por regular en beneficio de los vecinos y aumentar su labor de inspección para evitar la proliferación de este tipo de negocios. Solo así primarán los derechos de los usuarios y la calidad de vida de los habitantes de la capital.