Red de Mujeres Vecinales, contra los pactos que niegan la violencia machista
FRAVM, 14 de julio de 2023
La Red estatal de Mujeres Vecinales, que forma parte de la CEAV (confederación en la que participa la FRAVM), hace suyo el manifiesto elaborado por las compañeras de la Comunidad Valenciana relativo a los comicios de mayo, las próximas elecciones y los pactos que afectan a las políticas contra la violencia machista y a los derechos de las mujeres.
El cambio político que ha tenido lugar en diversos ayuntamientos y comunidades autónomas pone en riesgo los derechos de las mujeres, como muestran bien claramente las declaraciones de algunas formaciones políticas. Negacionistas de la violencia de género y machista, de la violencia ejercida contra las mujeres solo por el hecho de serlo, gobernarán nuestras vidas; representantes políticos que ya han hablado de derogación de leyes que nos reconocen derechos y protección. Vivimos en una sociedad machista, como demuestran los datos que constatan las múltiples discriminaciones que sufrimos, pero en los últimos años las reivindicaciones feministas han ido impregnando las políticas públicas para cambiar esta situación y conseguir una sociedad más igualitaria y más justa. Romper con esta dinámica supondrá una involución con consecuencias difíciles de medir.
El 23J las mujeres votamos y reclamamos valentía a los partidos para hacer frente al patriarcado más rancio y capitalista, incorporando en sus programas electorales nuestras justas demandas. Entre ellas:
Reconocimiento de la violencia de género y machista y de la necesidad de protección de las mujeres y de sus hijas e hijos víctimas de esta violencia.
Protección y atención de las víctimas de agresiones sexuales.
Ni un paso atrás en los derechos sexuales y reproductivos.
Mejoras en la atención a la salud sexual y reproductiva en todas las etapas de la vida y en la educación sexual.
Que la coeducación sea una realidad y una educación afectiva sexual sin estereotipos de género.
La pobreza tiene cara de mujer: no queremos caridad, sino recursos para superar la precariedad y la vulnerabilidad.
Que se continúe trabajando para garantizar a las mujeres una vida digna, con ocupaciones de calidad, sin brechas de género, con pensiones justas e igualdad de oportunidades.
Una legislación que trabaje por la abolición de la prostitución, de la explotación reproductiva y de la pornografía.
Abordar la transición ecológica a que nos obliga la emergencia climática desde una perspectiva ecofeminista.