¡Que nos quedamos sin médico en verano!
ROBERTO BLANCO TOMÁS, 10 de julio de 2021
Recientemente se ha filtrado un documento, titulado “Plan de contingencia Dirección Asistencial Centro”, que prevé el cierre en verano de 41 de los 49 centros de salud con los que cuenta dicha dirección asistencial. En un contexto continuado de recortes y deterioro de la sanidad pública, esta filtración ha caldeado aún más los ánimos de usuarios y profesionales, motivando una lógica escalada en las movilizaciones en defensa de la Atención Primaria.
Lo primero que hay que decir es que este proyectado cierre es efecto, no causa. Como la sanidad pública madrileña en general y la Atención Primaria en particular vienen sufriendo desde hace ya bastante tiempo un maltrato continuado por parte del poder político de la Comunidad, que no solo no invierte en ella sino que la recorta todo lo que puede o le dejan, en el aspecto concreto del personal nos encontramos con el hecho de que las plantillas de los centros están “en cuadro”. Concretamente, según datos del sindicato MATS, harían falta para funcionar “en condiciones” 650 médicos de Atención Primaria, 150 pediatras, 2.000 enfermeras y 600 trabajadores de otras categorías profesionales.
Y claro, ahora encima llega el verano, que son tres meses, en los que se concentran las vacaciones del personal superviviente, y como la Administración sigue decidida a no contratar como es debido a un número suficiente de trabajadores para cubrir la ausencia de los que van a ir gozando de un más que merecido descanso (un derecho, recordemos; que nadie vaya a intentar culpar del problema a los trabajadores por tener vacaciones), pues dos y dos son cuatro: no va a haber plantilla para mantener abiertos los 49 centros de salud de la Dirección Asistencial Centro (y en el resto de direcciones asistenciales entiendo que va a ocurrir igual), así que nos quedamos con solo ocho para atender a 1.300.000 personas, con un par. Vamos, que si se salen con la suya y a usted se le ocurre enfermar este verano, va a tener un serio problema.
De todo ello un servidor extrae dos conclusiones, que no son nuevas. En primer lugar, esto viene a acrecentar de forma considerable mi sensación de que a quienes nos gobiernan no les importamos nada, pero nada de nada. Y en segundo lugar, creo que cabe valorar la noticia como una nueva muestra de la voluntad de nuestros gobernantes de favorecer en todo momento al sector privado (según un informe elaborado por el grupo ciudadano Audita Sanidad, uno de cada dos euros del presupuesto de la Consejería de Sanidad es gestionado por empresas privadas). Porque, en realidad, la formulación correcta de la frase con la que terminaba mi párrafo anterior sería: “si se salen con la suya y a usted se le ocurre enfermar este verano, va a tener un serio problema si no se le ocurre acudir a la sanidad privada o no se la puede costear”. Una formulación que me resulta de lo más infame, ya que siempre he considerado la atención sanitaria como un derecho básico que debe tener todo ser humano, no un lujo únicamente al alcance de las capas sociales más prósperas ni un negocio para unos pocos.
En esta línea, el Observatorio Madrileño de Salud ha difundido un manifiesto que, entre otras, reclama las siguientes medidas: incrementar el prepuesto sanitario de la Atención Primaria para alcanzar el 25% del presupuesto sanitario público; recuperar las plazas amortizadas desde la crisis del 2008 e incrementar las plantillas para que se ajusten a las demandas de salud de la población; paralizar el proceso de cierre de centros de salud, reabrir los cerrados en horarios de mañana y tarde y garantizar la construcción de nuevos centros donde sea necesario; recuperar la accesibilidad y la atención presencial en los centros de salud y acabar con la demora en las citas; reforzar los equipos incorporando nuevas categorías profesionales a los centros; orientar la actividad de la Atención Primaria a la promoción, prevención y rehabilitación; acabar con la precariedad y la inestabilidad de su personal; y poner en marcha sistemas de participación social en ella.
En resumen, vecinos: una sanidad pública, universal y de calidad es nuestro derecho, exijámoslo.
▸ "Una sanidad pública, universal y de calidad es nuestro derecho". Foto: Amnistía Internacional