Neuroma de Morton

Se estima que entre el 75 y el 80% de los adultos, con predominio del sexo femenino, presentará en algún momento de su vida dolor de antepié (parte anterior del pie formada por el metatarso y las falanges). Aunque son numerosas las patologías que pueden producir esta dolencia, las causas más frecuentes son los neuromas interdigitales. El más famoso de los cuales es el conocido como “neuroma de Morton”, que en fechas recientes ha adquirido una extraordinaria actualidad, protagonizado infinidad de noticias en los medios de comunicación.

Se trata de una neuropatía compresiva de los nervios interdigitales, de una afección dolorosa que afecta el metatarso, principalmente entre el tercer y el cuarto dedo del pie, cuyos síntomas principales son dolor al apoyar, quemazón o ardor, sobre todo cuando se utilizan  zapatos estrechos o de tacón alto, entumecimiento en los dedos o sensación de calambres u hormigueos, que se alivian al quitarse el calzado y masajear la zona dolorida. Los pacientes suelen referir que sienten como si tuvieran una piedra dentro de su zapato o que el calcetín ha formado un molesto pliegue que les incomoda.

El neuroma de Morton se presenta, sobre todo, en mujeres de mediana edad. El desequilibrio entre sexos es tal que, de hecho, afecta nueve veces más a las mujeres que a los hombres.

Tratamientos

Con carácter general, el tratamiento consiste, principalmente, en la utilización de un calzado cómodo, con antepié ancho, con una puntera más amplia y con tacones más bajos. No obstante, a pesar de esta recomendación, hasta el 80% de los pacientes no terminan de mejorar y continúan experimentando dolores.

En este caso, ante la persistencia de la afección, los especialistas aconsejamos acometer ciertos tratamientos mínimamente invasivos. Hablamos entonces de infiltraciones ecoguiadas, de ablación (extirpación) mediante radiofrecuencia. Por último, en los casos más resistentes, la opción es la  resección del neuroma mediante cirugía.

No olvide, si experimenta las molestias descritas, acudir a un especialista.

Dr. Javier Tejada Gallego.
EQAL Traumatología