Las hemorroides es una de las patologías proctológicas más comunes, llegando a afectar a la mitad de la población por encima de los 50 años. A pesar de su alta incidencia, a los pacientes todavía les cuesta acudir al especialista para recibir un diagnóstico y un tratamiento individualizado.
Las causas más frecuentes de la aparición de hemorroides son el componente hereditario (en menor medida) y el esfuerzo defecatorio asociado al estreñimiento (una patología que se incrementa en verano debido a que las heces se hacen más duras por falta de hidratación, por cambios en los hábitos defecatorios asociados a los viajes y a una menor ingesta de fibra). También favorecen su aparición los cambios hormonales y circulatorios que se dan durante el embarazo.
Síntomas
El síntoma más común es el sangrado de color rojo vivo al término de cada deposición. En casos más avanzados, el paquete hemorroidal sale por el ano y el paciente tiene que volver a introducirla con el dedo. Es en estos casos cuando aparece picor y escozor. Además, las hemorroides externas ubicadas bajo la piel perianal, cuando se inflaman, producen gran dolor y quemazón.
La aparición de sangre en las heces nos debe llevar inmediatamente a la consulta con un especialista, ya que este síntoma también puede aparecer en otras patologías más graves y se deben realizar pruebas que las descarten, como es el caso de una colonoscopia.
Tratamientos
El primer paso para corregir las hemorroides es tener una buena higiene defecatoria. Esto se consigue aumentando la ingesta de fibra y de líquidos (para conseguir unas heces más blandas); evitar estar en el baño más tiempo del necesario y no retrasar la hora de la defecación (hacerlo cuando el cuerpo lo pide y no retrasarlo, por ejemplo, a la hora de llegar a casa).
En casos avanzados es necesario recurrir a tratamientos instrumentales o quirúrgicos. Uno de ellos es la ligadura con banda elástica, que se utiliza para eliminar hemorroides de pequeño tamaño. La banda consigue estrangular la hemorroide, que se elimina en pocos días. Es un procedimiento poco molesto y para el que no es necesario el ingreso hospitalario.
El tratamiento quirúrgico más utilizado es la extirpación de uno o varios nódulos hemorroidales. Puede hacer bajo anestesia local y sedación o bien raquídea (de la cintura para abajo). Es la técnica más efectiva, pero también es la que tiene un postoperatorio más molesto (varias semanas de duración).
Para evitar este postoperatorio se han creado otras técnicas quirúrgicas, como son la hemorroidopexia circular y la ligadura hemorroidal transanal guiada mediante doppler.
Dr. Jaime Zorrilla Ortúzar
Cirujano general y digestivo
Hospital Nuestra Señora
del Rosario