Catarro y embarazo

Durante el embarazo es muy frecuente que la mujer experimente diferentes situaciones de alerta si cree que una enfermedad o trastorno puede afectar al normal desarrollo de la gestación o a la salud del bebé que espera. Circunstancias que entran dentro de la lógica, pues es normal que la preocupación en esos meses aumente.

Uno de esos momentos de inquietud se produce en estas fechas primaverales, por razones de enfriamiento, resfriado, gripe o alergia estacional. Surgen entonces las dudas en la madre: ¿catarro o gripe? ¿Riesgos para el bebé? ¿Cómo puede afectar al embarazo?

Hay que aclarar que aunque el catarro y la gripe son enfermedades virales, el primero lo es por rinovirus y coronavirus y la segunda esta provocada por otra familia de virus, los llamados orthomyxovirus. Además, también hay que distinguir entre el catarro, que suele afectar mayormente al aparato respiratorio, mientras que la congestión acostumbra a ser solo nasal. Tampoco hay que preocuparse por su duración, pues en el embarazo las defensas funcionan de un modo distinto, por lo que es frecuente que los catarros se prolonguen durante más tiempo del habitual.

El riesgo fundamental radica en un incremento notable de la fiebre, ya que el aumento de temperatura corporal es de las cosas que más perjudican al feto dentro del útero.

Para aliviar los síntomas del catarro es conveniente aumentar la ingesta de líquidos templados, ni fríos ni calientes. Si en un plazo de 3-4 días no se percibe mejoría o aparece fiebre, es necesario tomar medicación, que será recetada por el especialista, quien determinará si se precisa y, en caso afirmativo, cuál. Hay que evitar siempre la automedicación y recordar que, en cualquier caso, los antibióticos no funcionan contra los virus.

Prevención del contagio

Básicamente hay que procurar no contactar con personas afectadas, usar mascarilla en épocas de epidemias de la enfermedad y, sobre todo, vacunarse de la gripe cuando empieza la campaña de vacunación estacional.

En general, hay que estar tranquilas y pensar que, en la mayoría de los casos, con una buena hidratación y medicación si es preciso, es muy raro que un catarro acabe afectando al bebé.

Dr. José Luis Prieto Alonso
Ginecología y Obstetricia


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