Vacunas

Últimamente las vacunaciones contra el maldito virus de la dichosa pandemia se han acelerado, y además parece que una amplia variedad, como si pudiéramos elegir a la carta, pero no es así: según el lugar que se te asigne o donde elijas pedir cita para vacunarte te puede tocar una u otra. Algunas tienen nombres que son difíciles de pronunciar, por ejemplo la que me ha tocado en mi centro de salud, creo que es alemana, yo lo que recuerdo del nombre son sus dos primeras letras “pf”, y han sido dos dosis con unos días de distancia.

A mi hijo, otra que no sé su nombre, pero ha sido de una sola dosis, un único pinchazo. Eso sí, el nombre del sitio donde pidió cita me resultó rarísimo y difícil de pronunciar. Cuando le pregunté que dónde estaba eso, aún más raro: era el Palacio de los Deportes de toda la vida, en la plaza de Dalí. A su esposa la citaron para la vacuna, no recuerdo si fue en La Paz o en el Ramón y Cajal, de cualquier modo le quedaba bien, porque trabaja cerca de ambos.

Mi hija y su marido pidieron cita los dos porque les convenía elegir día y hora, así fueron juntos. A ellos les toca una vacuna en dos fases, pero en su caso una vacuna con un nombre muy entendible, aunque no sé si muy lógico: “la Moderna”.

En fin, historias sobre esto hay infinidad… Hay quienes han tenido reacciones de fiebre y otros malestares, según dicen, por un breve espacio de tiempo. En mi caso, no he tenido ninguna molestia.

Tampoco sabemos si pasará como con la de la gripe común, que hay que repetirla cada año. Ya nos dirán...