HISTORIAS DEL DISTRITO. María Pignatelli
MIGUEL ROMERO MEMBRIVES, 27 de diciembre de 2024
A Marisa S. y Daniela V.
En ocasiones tengo dudas sobre el tema que deseo exponerles, a pesar de tener los anaqueles mentales repletos de ideas. Algunas surgieron al calor de conversaciones con personas que me han aportado muchísimo.
El otro día decidí ampliar un mapa de Madrid y al azar buscar una calle o lugar sobre el que escribir. Mi mirada recayó en un lugar de Guindalera que reza “Pl. María Pignatelli”. Sonreí, debía ser casualidad.
En la descripción de la vía a veces se aprecia en algunas publicaciones que es una glorieta, pero es más bien una pequeña placita. Al parecer existe desde 1903. No obstante, revisados algunos planos intermedios (1907), me hace dudar que existiera entonces, y encuentro que en 1914 era más parte de un descampado de las afueras y con apenas unos edificios haciendo la idea de plaza y posiblemente huertos.
Sabemos que cerca de ella pasaba el “canalillo” (1868, acequia este del Canal de Isabel II), que facilitaba el riego con agua sobrante del canal. Sobre estos cauces de agua hablaron en sus obras Unamuno, Pio Baroja y Pérez Galdós…
Plano del Distrito Buenavista del Ins. Geográfico y Estadístico (1914). Abajo, María Pignatelli por Dujardin
¿Que sabemos de María Pignatelli? Deseo recomendarles el libro (1896) que le dedicó Vicente Orti Brull si quieren profundizar sobre su interesante biografía (y en donde hallarán el retrato que les ofrezco y creo pertenece a Paul Dujardin). Su nombre completo, María Manuela Pignatelli de Aragón y Gonzaga (25/12/1753-06/11/1816), hija del conde de Fuentes.
Dicho título pertenece a una rama nobiliaria de las más insignes de la corona de Aragón. Entre otros personajes ilustres de la saga Pignatelli desearía destacar, además de a María, a Ramón Pignatelli, ilustrado y político. Quizás en Aragón se tiene más presente el apellido Pignatelli que ha dado tanto no solo a Aragón, sino a España que por estos lares.
CANAL de Riego del Este (González e Iribas, 1906)
Pero volvamos a nuestra atención a María… Para empezar les recomiendo disfrutar de El Antiguo Madrid. Paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa, de Mesonero Romanos. Allí hace honor en su memoria: “Frontero a este palacio [Palacio del Duque de Lerma o de Medinaceli] se eleva hoy el elegante y moderno de los Duques de Villa-Hermosa, suntuosa obra de los primeros años de este siglo, construida por orden de la duquesa viuda doña María Pignatelli y Gonzaga…”.
Aquel palacio (1805) fue construido sobre los cimientos de uno anterior, en el denominado barrio “de las Baronesas”, manzana 273, y disponía de unos jardines enormes. Estaba situado en un lugar idóneo, frente al Palacio del Buen Retiro y al lado del Palacio de los Duques de Medinaceli. No había cortejo oficial de la monarquía que no pasara por allí.
En el frontón de su fachada principal aparece la siguiente inscripción latina: “In / eodem loco, / artis perfectionem / et naturae oblectamentum / Maria Emmanuela, Duccisa de Villa- / Hermosa, consociavit”. Ciertamente eso significó que por aquel palacio pasaron celebridades de las armas, de la ciencia y de las artes, pintores y arquitectos… Hoy es el Museo Nacional Thyssen – Bornemisza.
'El general José de Palafox, a caballo', por Francisco de Goya (1814)
Mesonero Romanos menciona que María es viuda, del XI conde de Villahermosa, Juan Pablo de Aragón y Azlo, quien muere (1791) por una pulmonía provocada tras ayudar a sofocar un incendio en la Plaza Mayor de Madrid. Y después muere el mayor de los hijos, Víctor Amadeo (1792).
En 1808 todo cambia para España. Con la invasión francesa las pérdidas en la guerra, las muertes por enfermedades y hambrunas asolan la península. Así pues, María y su familia se trasladan a Zaragoza en 1808, tras el desastre del 2 de mayo y la posterior represión a cargo de Murat.
Acude allí para apoyar el levantamiento aragonés. Allí se encuentran su sobrino José de Palafox, entonces capitán general de Aragón, y un anciano Ignacio Jordán de Asso y del Río, que actúa como consejero.
Los sitios de Zaragoza fueron subvencionados con el patrimonio y dinero de María Pignatelli, quien apoyó la resistencia ante los franceses. A los cuerpos de artilleros, pero un apoyo especial a los voluntarios escopeteros capitaneados por el eclesiástico Santiago Sas y los comandados por el comisario de aguas del Canal Imperial Mariano Cerezo.
María incluso se distinguió en sus visitas a las zonas más peligrosas del frente. Su hijo José Antonio estuvo bajo las órdenes de Palafox y se distinguió en acciones defensivas heroicas. Al final fue hecho prisionero y llevado a Francia. Y su hijo menor, Juan Pablo, lo perdió a causa de la epidemia de tifus que asoló Zaragoza en 1809.
RETRATO de María Manuela Pignatelli de Aragón y Gonzaga
María volverá en 1813 a Madrid, llena de tristeza, al Palacio de Villahermosa. Y allí pudo recibir una alegría: su hijo José Antonio volvió de su prisión.
El 6 de noviembre de 1816 fallecía doña María Villahermosa. Y deseo que Vicente Ortí cierre como un broche este artículo: “[...] llorándola su hijo, llorándola los jesuitas todos; llorándola también los infinitos pobres que vivían de sus limosnas, y Madrid entero, que conocía sus virtudes, se asoció el duelo que produjo su muerte apenas fue conocida [...] La cripta del Monasterio de Veruela recibió sus cenizas, sin que pomposa inscripción, ni ampuloso elogio, ni larga lista de títulos revelen al que la visita de quién son los restos que allí se guardan; silencio muy conforme con la modestia verdaderamente cristiana de la que, habiendo nacido en excelsa cuna, tuvo por norma constante de su vida el antiguo lema de la casa de su marido: virtus vera habilitas (la virtud es la verdadera nobleza)”
Sus restos reposan en la capilla de Santa Justa y Rufina en la Catedral del Salvador en Zaragoza.