El Huerto de la Gasolinera del Distrito Salamanca

En el DSalamanca del mes pasado publicaron ustedes un artículo de opinión con el título ¿Qué está pasando con la Biblioteca Manuel Alvar?, firmado por el secretario general del PSOE del Distrito, en el que informa de la situación de cierre por obras de la Biblioteca Manuel Alvar, que según dice “es algo que preocupa a muchos vecinos del Distrito, que necesitan con urgencia espacios culturales y de estudio”.

Relata las vicisitudes de la biblioteca, que cerró por obras en marzo de 2019 y los problemas competenciales del Ministerio, la Comunidad y el Ayuntamiento, que hacen que dicho centro de estudio y préstamo de libros, música, etc., permanezca en estas fechas todavía sin hacer la rehabilitación integral que necesita para entrar en funcionamiento, desde hace más de tres años.

Nos informa de “que los socialistas presionarán para que el Ministerio, que recuerdo, ya hizo las obras que competencialmente le tocaban, agilice las obras que ha asumido y que eran de competencia de la Comunidad de Madrid”, y termina: “Sentimos mucho que esto coincida con las obras de la Biblioteca Municipal David Gistau, pero eso deberían preguntar a quienes incumplieron los acuerdos del pleno de la Junta Municipal y, en vez de ampliarla, se dedicaron a hacer un huerto-espacio privativo, que desde luego no daba servicios públicos a la ciudadanía del Distrito”.

Los vecinos del Distrito que firmamos este artículo, que trabajamos poniendo en marcha y manteniendo el huerto urbano llamado La Gasolinera, por las alusiones peyorativas, queremos responder al articulista que apoyamos y agradecemos que los representantes socialistas del Distrito se preocupen ahora de la falta de espacios para estudiar de nuestra juventud, que desde hace tres años los tres estamentos competenciales han contribuido con su dejadez e ineficacia para que nuestros estudiantes se queden sin bibliotecas y tengan que irse a las de otros distritos.

Y para ilustrar a nuestro articulista, queremos informarle de las actividades que desarrollamos durante tres años en el referido huerto hasta la llegada del actual Gobierno municipal, que la primera medida que tomó al llegar al poder en nuestro distrito fue cerrar el espacio de La Gasolinera y poner trabas al funcionamiento del huerto, impidiendo que pudiéramos trabajar y cuidar los fines de semana y festivos al quitarnos las llaves de acceso, lo que supuso la muerte de las plantas. Y a continuación detallamos el trabajo realizado en el huerto durante esos tres años.

Para mantener el funcionamiento continuo de nuestro huerto trabajamos voluntaria y gratuitamente formando equipo más de 20 vecinos, en el que formaron también parte dos personas que nos enviaron las trabajadoras sociales del Centro de Mayores de Guindalera. Además del mantenimiento, atendíamos a los vecinos que acudían a visitarlo diariamente explicándoles todo lo referente a su cuidado y solucionando las dudas sobre las plantas que tenían en sus balcones y terrazas. Con varios colegios del Distrito y con la participación de la biblioteca del centro Buenavista organizamos talleres de huerto de plantación de semillas y cuidado de las plantas, que incluían también la visita a la biblioteca para que niños y maestros conocieran el inventario de libros, revistas y publicaciones sobre plantas y naturaleza. Del mismo modo atendimos a grupos de niños y adultos de Cáritas, centros de mayores y discapacitados para hacer talleres e informarles de todo lo referente al huerto. Pasaron por estos talleres y visitas cerca de 500 personas. Al mismo tiempo se organizaron charlas medioambientales en La Gasolinera y en el salón del centro Buenavista.

Manteníamos el espacio de La Gasolinera abierto todas las mañanas y tardes que acudíamos a trabajar, y a la salida del colegio adyacente acogíamos a todos los niños y a sus padres para que aprovecharan el espacio facilitándoles juegos infantiles, pimpón, parchís, damas, ajedrez, balones, escalada en el rocódromo, comba, etc., y para que participasen en el mantenimiento del huerto ayudándonos en el riego de las plantas.

Durante todo el año, en épocas de cosecha, repartíamos la producción entre los integrantes del equipo, especialmente entre las personas enviadas por las asistentas sociales, y al final de cada temporada en que la  producción era abundante la entregábamos a un comedor social.

Tenemos que resaltar que diariamente una de las personas del equipo empleaba su jornada en atender a los vecinos que venían a conocer el huerto y a los habituales que acudían regularmente, recibiendo felicitaciones continuas por el trabajo que hacíamos y por el pequeño espacio de naturaleza que teníamos en el Distrito.

Y para finalizar, respondemos al articulista que lamentamos que no conociera nuestras actividades y que demostramos con los trabajos referidos que, durante los tres años que estuvo en funcionamiento el huerto, prestamos un servicio público de calidad a los vecinos, haciendo participar a colectivos de todas las edades y condiciones en el cuidado y la mejora de nuestras calles.


  Votar:  
  Resultado:  
  3 votos