Brammo Empulse eléctrica: un rayo sin trueno

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Brammo Empulse eléctrica: un rayo sin trueno


JESÚS A. BORNAO.

 

Todos tenemos asociado en nuestro imaginario que cada vez que se produce la descarga eléctrica que llamamos “rayo”, debe ir acompañada de un trueno, lo mismo que asociamos a los motores térmicos, bien de gasolina o gasoil, al ruido y los humos que emiten por la combustión que se produce en su interior. Por eso les llamamos “motores de explosión”.
A los nuevos vehículos eléctricos no podemos asociarles el ruido que producen los anteriores motores, y en concreto a esta moto no podemos asociarle la pistonada ruidosa de las motos con motor de explosión o los humos. Es silenciosa, no emite gases y… además corre. La empresa norteamericana Brammo, que la fabrica en Oregón, la ha dotado con un motor eléctrico de 54 CV, suficiente para que alcance una velocidad de 180 km/h con 213 kilos de peso y freno de disco Brembo de cuatro pistones. Con un centro de gravedad sumamente bajo, se puede conducir en su posición sport, como una deportiva, a lo que acompaña también unas suspensiones rígidas pero graduables y su caja de cambios de seis velocidades.

En ciudad se comporta como una automática, porque en sus tres primeras marchas no hay que tocar el embrague para circular. Arranca y para sin recoger el embrague. En las salidas de semáforo, la moto es rapidísima, lo que nos permite situarnos en nuestro lado bueno de circulación sin titubeos.

Xavi Chivite, distribuidor de la marca y de los primeros impulsores de las motos eléctricas en la Comunidad de Madrid, cuya empresa XR Motos se halla ubicada en Torrelodones, nos ha cedido para su prueba una Brammo Empulse. Con ella he circulado cien kilómetros por autopista y por Madrid sin repostar, y el coste ha sido de 1,20 euros, que es el valor de enchufarla a la red eléctrica.

Nos dice Xavi Chivite que en España todavía nos queda un largo camino por recorrer para adaptarnos a este tipo de motocicletas, más por nuestra propia idiosincrasia y prejuicios ante estos vehículos que por la evidente utilidad de los mismos. Portugal, donde la conciencia ecológica parece ser mayor que en nuestro país, matricula al año más motos eléctricas que nosotros.

Estas motos tienen muchos menos elementos móviles en su motor, por lo que el mantenimiento y reparación son de un conste ínfimo. Al modelo probado con 16.000 km de uso no se le hizo más que la revisión.

El problema de estos vehículos, todavía caros de adquirir, podría ser la autonomía, ya que se encuentra limitada a los cien kilómetros. Si usted quiere desplazarse por Madrid o vive en la periferia y viene a trabajar al centro y tiene un punto de recarga cerca de su trabajo, no tiene más que dejarla enchufada para recogerla a la salida y efectuar la misma operación en su domicilio para volver al día siguiente a su trabajo. Si la quiere usar en fin de semana, procure que el restaurante donde vaya a comer tenga un enchufe.
La Empulse es divertida de conducir, con sus 54 CV y su equipación deportiva, no contamina ni hace ruido, el consumo es de 1,20 euros a los cien km, y las revisiones y averías son baratas de reparar.


Más información: www.brammo.com

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