El diario de Jorjita
Esterilización para evitar el cáncer
Primero que nada os comunico con alegría que mis nódulos están retrocediendo. Parece ser que el caro tratamiento está dando resultado.
El mes pasado os dejé cuando mi humana salió corriendo a buscar en Internet una clínica real de urgencias, ya que nadie me atendía después de 7 horas de haber roto aguas. Y encontró una muy conocida y costosa clínica de urgencias cerca de la plaza de Conde de Casal. Pero cuando me hicieron la ecografía, mi perrito ya no tenía latido. El pobre se había asfixiado. Ahora lo urgente era hacerme una cesárea, porque yo también corría peligro con el cachorrito muerto en mi interior.
Y me la hicieron y la cirugía salió bien, todo hay que decirlo, pero en el último momento, y cuando ya nos íbamos para casa, le dijeron a mi humana que no me habían esterilizado. Además añadieron que no me volviera a cruzar porque posiblemente repetiría el problema de gestar solo una cría… Mi humana se quedó perpleja, ya que no le habían preguntado por el tema, y ella, con los nervios que había pasado, no lo había comentado, pero ya en ese año se empezaba a escuchar que los perros sin esterilizar eran pasto del cáncer. Ella no entendía que ya que me estaban operando, y ante la advertencia de no volver a cruzarme, no hubieran aprovechado la cirugía para castrarme. Pero el veterinario la tranquilizó diciendo que no era necesario, que yo debería llegar hasta el final con mis celos, que eso era lo correcto, y finalmente mi humana se calmó.
Después pasamos un mes muy duro, porque yo tenía una autentica depresión postparto —sí, sí; a las perras también nos sucede— y me iba acurrucando con todos los muñecos de mi casa, ya que mi naturaleza echaba de menos a mi cría. Y mi humana estaba fastidiada, porque ella esperaba con alegría al cachorrito, de hecho se había pasado los dos meses de gestación cantándole a mi tripita para tranquilizarnos, y además la broma le había salido por más de 1.000 euros.
Y aquí dejo mi relato este mes, advirtiendo a los humanos responsables que el cáncer ataca irremediablemente a la mayoría de los perros que no están castrados. La recomendación es hacerlo a partir de los 6 meses.
Aunque parezca mentira, las salas de oncología animal están atestadas de mascotas. Y son tratamientos muy duros y muy costosos económicamente. Por eso, si apreciáis a vuestras mascotas, os recomiendo sin dudarlo la prevención, porque tal cual están los tiempos, y si no os podéis permitir el gasto del tratamiento, esta enfermedad se convierte en una condena a una mala muerte sin remisión.
Ya hablaremos otro mes de la incongruencia de no tener cobertura sanitaria estatal para mascotas.
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