Palabras de moda
PGARCÍA, 22 de febrero de 2021
Ante el avance disparado de la pandemia de COVID-19, los diversos personajes de gran relieve se reunieron en asamblea.
¡Cada vez aumenta más la curva! gritaron los presidentes autonómicos.
Sí reconoció el ministro del ramo. Hay que doblegar la curva.
No os preocupéis dijo el portavoz sanitario. Estamos a punto de alcanzar el pico de la curva.
Y en cuanto lo alcancemos añadió el ministro habremos doblado la curva.
Lo malo intervino un ex-ministro de otro ramo será si en vez de descender la curva entra en una meseta.
Cierto. Para evitarlo debería procederse a confinamientos como los del estado de alarma apuntaron los especialistas.
¡De confinamientos nada, que la economía se nos va al garete! saltó el ministro.
¿Y si en vez de confinamientos severos, recomendamos a los ciudadanos el autoconfinamiento voluntario, y así les pasamos a ellos la patata caliente? propuso el secretario de un subsecretario.
No opuso un presidente de comunidad de la oposición al Gobierno. Lo mejor es ampliar el toque de queda.
Yo creo que ésa es la solución apoyó otro presidente colega. Primero se amplía el toque de queda una hora, luego dos, después cuatro o cinco; y seguro que funciona.
Lo que vosotros queréis es sustituir el confinamiento severo por un toque de queda de veinticuatro horas dijo, sarcástico, el de otro partido.
Yo creo que bastará con perimetrar apuntó una presidenta autonómica que lucía una mascarilla de diseño. En mi comunidad da buenos resultados.
¿Tú perimetras mucho? inquirió el presidente de la comunidad vecina.
No te lo puedes ni imaginar. Empecé perimetrando municipios con alta incidencia de contagios, luego perimetré por barrios, después por manzanas de casas y pisos, y ahora perimetro persona a persona. De este modo contengo que es un gusto la tercera ola en mi comunidad.
Es falso que estéis conteniendo la tercera ola saltó el presidente de una comunidad uniprovincial. Lo que vosotros hacéis es disminuir los PCR y así falseáis las estadísticas. Pero la verdad es que vuestras UCI están al completo.
Señoras y señores elevó su voz el ministro. Nuestro deber es tener un poco de paciencia. El Ministerio les está manando las vacunas a las comunidades, y en cuanto tengan a su gente vacunada y llena de anticuerpos, alcanzaremos la inmunidad de rebaño.
Mientras los personajes de gran relieve se dedicaban a discutir, que era lo suyo, empleando el vocabulario de moda que tan felices los hacía, el rebaño de viejecitos seniles y ancianos decrépitos balaba a la puerta de la asamblea, arremangado uno de sus brazos sarmentosos, para que les vacunasen; los irresponsables se burlaban de ellos sin respetar la distancia social ni usar mascarilla, dedicándose fiestas ilegales. Y el virus seguía pasándoselo en grande inventándose ora la cepa británica, ora la cepa norteafricana, ora la variante brasileña.
Y con el Brexit, la economía, sin barrer.