Lenguaje y políticos
Redacción, 17 de mayo de 2017
PEPE GREY. Mayo 2017.
Un grupo de figuras relevantes de la vida española se reunió, días atrás, a tomar esa copa que tan frecuente costumbre es entre los de su clase, pasando de discrepancias políticas. Y sin tensiones, amigablemente, charlaron como sigue, demostrando su dominio del lenguaje:
JUAN CARLOS: (Que cae en vulgarismos) Abdiqué porque estaba harto, pa descansar…
PEDRO: (Que ignora los colectivos genéricos) Lo acogieron bien los españoles y las españolas.
MARIANO: (Que es corto de vocabulario) Fue lo que tocaba.
SORAYA: (Galicista) Pero no se puso en valor.
ALBERT: (Con barbarismos en numerales) Y no una vez; hasta vente veces…
PABLO: (Que no sabe de tratamientos a los nombres propios) Pero el señor Mariano…
JUAN CARLOS: Ja, ja. Veo que os di motivos pa hablar…
PEDRO: En las bases de mi partido les pareció bien a los compañeros y compañeras.
ALBERT: Y en las del mío, a trenta mil militantes o más.
PABLO: Yo creo que hasta a la señora Esperanza…
SORAYA: Insisto: antes que nada, esas cosas hay que ponerlas en valor.
JUAN CARLOS: Vaya, a estas alturas tampoco es pa seguir hablando de eso…
ALBERT: Bueno, vente o trenta veces como mucho.
MARIANO: ¡Hablaremos de otros asuntos cuando toque!
PEDRO: ¡Calma, calma, amigos y amigas!
PABLO: Yo creo que ya es hora de que el señor Mariano hable de las puertas giratorias y la señora Esperanza de sus ranas.
JUAN CARLOS: ¿Se ha ido alguno pa la puerta giratoria?
ALBERT: ¿Alguno? ¡Más de vente!
MARIANO: Cuando abandonas un puesto relevante, es lo que toca.
SORAYA: Es que lo de las puertas hay gente que lo pone en valor.
PEDRO: Sí. Ministros y ministras, alcaldes y alcaldesas…
PABLO: Aunque no le parezca mal a la señora Esperanza y al señor Mariano.
Y así siguieron de palique hasta las tantas. Todos menos Juan Carlos y Albert, que hacía rato se habían ido pa’l restaurante a cenar con los amigos. Y Pablo, que se había marchado, sin decir ni media contra la casta y la trama.
Así son y así hablan ahora los políticos y las políticas. Bueno. Los políticos y la política, porque Soraya era la única mujer, ya que Dolores no pudo o no quiso acudir, seguramente por culpa de algún finiquito en diferido.