‘Pondría un teatro en cada esquina’
David Zarzo, actor de cine, televisión y teatro, nuestro vecino del mes
ÁFRICA MARTÍNEZ
Este mes entrevistamos a David Zarzo, vecino del barrio de toda su vida, actor de cine, televisión y teatro español, e hijo del actor Manolo Zarzo. Le recordarán fácilmente por su interpretación de Pablo, el amigo de Quique, en Farmacia de guardia de Antonio Mercero. Además ha protagonizado o intervenido en más de treinta obras teatrales, y en éste su medio predilecto es donde ha recibido varios premios: el Premio Ercilla de teatro (1992), el Premio Vitoria-Gasteiz (1993) y su nominación a los Premios Max por la interpretación de Puck en El sueño de una noche de verano (2004), dirigida por Miguel Narros.
¿Quién es David Zarzo?
¿David Zarzo? Ni yo mismo lo sé... Soy el hijo pequeño de una bailarina y un actor españoles. Soy actor y educador.
¿Cuál ha sido su trayectoria?
Ya con cuatro años estaba grabando Estudio 1, el mítico programa de teatro de RTVE, mientras mis compañeros del cole (los escolapios de Conde de Peñalver con José Ortega y Gasset) se iban de visita cultural a alguna fábrica de juguetes. Era lo que tenía ser hijo de Manuel Zarzo: cada vez que hacia falta un niño en algún programa, ahí estaba mi padre ofreciéndome... Todo lo demás que hecho en la vida me ha llevado implacablemente a seguir siendo ese niño que juega en un escenario.
¿Y el mayor reto al que se ha enfrentado en su carrera?
El mayor reto de mi carrera ha sido tener que trabajar en otras muchas cosas solo para poder sobrevivir. No hay mayor reto que elegir entre lo que quieres y lo que te conviene, el corazón y la mente. Cuando estás doce horas detrás de una barra o te levantas a las seis para ir a llenar contenedores de escombros, te das cuenta de que hacer lo que te gusta no supone ningún reto, en ninguna circunstancia.
Ser el hijo de un popular actor condiciona favorable y negativamente, ¿cuál ha sido su experiencia?
Hay gente que me ha mirado con envidia negativa y personas que han dado por supuesto que yo era mucho más de lo que era solo por ser hijo de mi padre... Ni una cosa, ni otra. A nivel personal, he tenido la suerte de tener a mi lado a un gran compañero y uno de los mejores actores de España para mí solito. Je, je… mucha buena suerte.
¿Cómo ve el futuro de los actores, y del cine y el teatro?
Los actores de este país tienen el mismo futuro que los barrenderos, los médicos, o los profesores españoles: la nuestra también es una industria jodida en estos tiempos. Pero es cierto que al mundo del arte se le han destruido sus cimientos con políticas equivocadas a lo largo de las últimas décadas, rematándola con la subida del IVA, que ha hecho imposible la labor de los pocos empresarios valientes que aún siguen en pie. Y ése creo que es el futuro de los actores: en esta profesión solo va a quedar el que realmente ame lo que hace.
¿Cuál sería su recomendación en este sentido?
Que se dediquen a otra cosa, ja, ja, ja…
En la actualidad se encuentra representando Diez negritos, la nueva versión del clásico de Agatha Christie, en el Teatro Muñoz Seca, compartiendo escenario con Pablo Churruca, Lara Dibildos, Pablo Viña y Manuel Galiana. ¿Cuál es la diferencia de esta nueva versión de Ricard Reguant y por qué no debemos dejar de asistir?
Diez negritos de Agatha Christie es un clásico intemporal del teatro internacional. No verla es como decir que te gusta el cine y no haber visto Lo que el viento se llevó. Además de una puesta en escena perfecta y un reparto de lo más selecto del panorama nacional teatral. Seis meses en el teatro Muñoz Seca nos avalan, y lo que más ilusión me hace: pese a ser una función de misterio (algo de miedito), se llena todos los días de familias con niños.
En 2012 funda su propia productora, ZL Teatro y Eventos, junto a la también actriz Xènia Lanau. ¿Cuáles son sus objetivos?
Mi socia Xènia Lanau, además de actriz, bailarina y cantante (hay que hacer de todo), también es educadora social. Gran parte de nuestras actividades están relacionadas con la educación y la pedagogía. Los dos somos animadores socioculturales y hemos colaborado desde hace años con distintas ONGs... Ése es nuestro espíritu. Lo que hacemos es teatro, cortometrajes y lo que nosotros llamamos “trabajar para la BBC”: bodas, bautizos y comuniones... Fiestas infantiles, festejos en ayuntamientos, eventos para empresas, que es con lo que nos ganamos la vida. Nuestro sueño es tener una escuela gratuita para genios artistas en África. Solo es un sueño, pero estamos trabajando en ZL para conseguirlo.
Para terminar, ¿cómo es su relación con Distrito Salamanca?
Mi relación con el Distrito es como la relación con mi madre: tiene muchas cosas bonitas, pero en ocasiones necesito alejarme un ratito. Me siento orgulloso de donde he nacido, por eso no soy objetivo, pero por decir algo que me gustaría para mi barrio, serian más teatros. Ya sé que tenemos el nuevo Alcalá, el Fernán Gómez... pero es que yo estoy enfermo, y pondría un teatro en cada esquina.
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