RINCONES DEL DISTRITO. La plaza del Marqués de Salamanca

La plaza del Marqués de Salamanca, la única que tiene el barrio de Salamanca, se encuentra en la confluencia de las calles Ortega y Gasset y Príncipe de Vergara. Inicialmente, en 1904, recibió el nombre de “plaza de Salamanca”,​ pero en 1944 se le dio ya el nombre completo de “plaza del Marqués de Salamanca”​ para que no fuera confundida con la provincia.​ Está dedicada al malagueño José Salamanca (1814-1883), marqués de Salamanca y constructor del barrio, parte del ensanche de la ciudad que impulsó.

El marqués

José María de Salamanca y Mayol (Málaga, 23 de mayo de 1811 - Carabanchel Bajo, 21 de enero de 1883), primer marqués de Salamanca y primer conde de los Llanos con Grandeza de España, fue un influyente estadista, destacada figura aristócrata y social y hombre de negocios durante el reinado de Isabel II. De vida aventurera y con múltiples altibajos, a José de Salamanca se le atribuyen numerosos negocios con grandes beneficios en sectores como el ferroviario, la construcción, la banca o la inversión bursátil. Además fue acusado de varias corruptelas relacionadas con la especulación en bolsa, a menudo como socio de otros destacados miembros de la sociedad española del momento, incluyendo a María Cristina de Borbón, madre de Isabel II y regente durante su minoría de edad. Probablemente llegó a poseer, en sus mejores momentos, la mayor fortuna de España.

Ciertamente, su vida daría para escribir páginas y páginas, todas ellas de gran interés, pero por no ser su figura el tema central de este texto, nos limitaremos aquí a lo estrictamente relativo a la plaza y al barrio que llevan su nombre. A este respecto, es preciso apuntar que Salamanca se traslada a Madrid tras ser elegido diputado por Málaga en las nuevas Cortes formadas tras la aprobación de la Constitución progresista de 1837, para ejercer dicho cargo. Una vez aquí establecido, como sabemos, desarrolló un gran talento para los negocios, que le reportaron a lo largo de su vida grandes alegrías y también momentos difíciles. Durante los 42 años de su vida que estuvo establecido en Madrid, desarrolló la intensa carrera empresarial y financiera que le valió su renombre.

Como decíamos, la actividad de Salamanca abarcó distintos sectores. Concretamente en el de la construcción, el que más adelante sería marqués (Isabel II le concedió el título en 1863, cuando su carrera comenzaba ya a declinar) destacó por la del barrio de Salamanca, encuadrado en la primera fase del ensanche de Madrid proyectado por Carlos María de Castro, en el que nuestro protagonista compró solares para construir viviendas para la alta burguesía. Por otro lado, Salamanca invirtió los beneficios que obtuvo en sus jugadas en bolsa en la construcción de su palacio en el número 10 del paseo de Recoletos, uno de los más elegantes y de mejor factura de la época. El encargado de su construcción fue el arquitecto Narciso Pascual y Colomer, que también construyó una finca para Salamanca en Aranjuez. En 1876 se vio obligado a vender este palacio de Recoletos, y durante el siglo XIX pasó a ser propiedad de una entidad bancaria, que sometió el edificio a diversas modificaciones para adecuarlo al uso empresarial. Desde 2000 es Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. Actualmente es la sede madrileña de la Fundación BBVA.

► Estatua del  marqués de Salamanca. (Foto: J.L. de Diego)

La estatua

Pero volvamos a la plaza, en cuyo centro se levanta la estatua del marqués de Salamanca realizada por el escultor barcelonés Jerónimo Suñol e inaugurada el 17 de abril de 1903. Su emplazamiento original estuvo entre las calles Lista (Ortega y Gasset en la actualidad) y Velázquez, desde donde varios años después, al abrirse la plaza que recibiría el nombre del marqués en la confluencia de las calles de Lista y Príncipe de Vergara (para lo que hubo que derribar las edificaciones que se encontraban ya construidas en las esquinas de dicho cruce), se trasladó allí el monumento (aunque no la reja que lo circundaba). Ha permanecido en esta ubicación desde entonces, salvo un pequeño periodo a finales de la década de los sesenta, cuando fue trasladada a los almacenes municipales durante la construcción del aparcamiento subterráneo.

La erección de la estatua formaba parte del programa promovido por el Ayuntamiento de Madrid, presidido por Alberto Aguilera, para celebrar la mayoría de edad y asunción como monarca de Alfonso XIII en 1902. Otras estatuas del programa eran las de Agustín Argüelles, obra de José Alcoverro; Bravo Murillo, de Miguel Ángel Trilles; Francisco de Goya, de Mariano Benlliure; Francisco de Quevedo, de Agustín Querol; y Lope de Vega, de Mateo Inurria.

El coste total de la obra ascendió a 33 000 pesetas, de las que 10 000 correspondieron al pedestal, obra del arquitecto municipal Pablo Aranda, y el resto a la figura en bronce del marqués, modelada por el escultor barcelonés Jerónimo Suñol, y fundida en el taller Masriera y Campins, de Barcelona.

► Maqueta de la nueva sede del Ministerio de Asuntos Exteriores

Exteriores

También se encuentra en esta plaza, en el número 8, la que pronto será nueva sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. El edificio, construido en 1942, fue durante décadas la sede del Instituto Nacional de Industria. Luego pasaría a Exteriores, pero fue abandonada en 2004 tras descubrirse en él naftaleno, perjudicial para la salud. En 2016 se firmó la encomienda de gestión del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a TRAGSA para la ejecución de las obras de acondicionamiento, que se han demorado hasta la fecha, estando previsto su estreno a mediados de este año.

Plaza del Marqués de Salamanca y calle Príncipe de Vergara. (Foto: Barcex)


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