HISTORIAS DEL DISTRITO. La ciudad es un poema

La ciudad donde vivo ha crecido de espaldas al cielo.
La ciudad donde vivo es el mapa de la soledad.
Al que llega le da un caramelo con el veneno de la ansiedad.
La ciudad donde vivo es mi cárcel y mi libertad

(Corazón de neón, Joaquín Sabina)

 

Quería rescatar del recuerdo una canción y encuentro el concierto de la Orquesta Mondragón de 1987 aquí, en nuestro barrio, en el antiguo Palacio de los Deportes.

Era una banda sensacional encabezada por el histrión (actor, showman, cantante) Javier Gurruchaga, que contaba con las singulares intervenciones de Popotxo (Pedro Ayestarán) y que hicieron uso habitual para sus canciones de excelentes textos de Eduardo Haro Ibars, Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena y Ángel H. Harguindey.

Portada de 'Joaquín Sabina y Viceversa' (1986).

En 1987, Joaquín Sabina (Úbeda, Jaén) les había dado la letra de Corazón de neón, y ese verano consiguen el número 1 en Los 40 Principales (le cederá Sabina otras más adelante, pero no igual de exitosas). Pues bien, la primera vez que se puso en escena Corazón de neón fue en el concierto que les refiero. De esta manera uno de Jaén les entregaba otro de los himnos de nuestra ciudad. Los importantes ya los conocemos: Pongamos que hablo de Madrid, Yo me bajo en Atocha.

Cuando vi Sintiéndolo mucho (2022), de Fernando León, me resultó fascinante que recordaran la actuación de Joaquín en el antiguo Cine Salamanca y deambularan por su interior recreando cómo era aquel teatro por donde pasaron cantautores como Raimon, Labordeta…

Sabina tocó allí por vez primera con Krahe y Pérez, el 1 de julio de 1981. Entre su público, Coz, Miguel Bosé y más celebridades de nuestra música. Ya eran populares desde mayo, desde que García Tola en Esta noche (21/05, TVE) los mostrara al gran público.

Portada de ´La Mandrágora' (1981)

Después vino La Mandrágora (11/1981), la separación de Pérez, Krahe y Sabina, la actuación ya de otro Sabina y su grupo Ramillete de Virtudes en la sala Rock–Ola. Después Sabina vuelve al Teatro Salamanca en dos ocasiones más.

Los días 15-16 de diciembre de 1983 para presentar Ruleta rusa con su nueva formación Viceversa (donde se evidenciaba con rotundidad que Sabina había pasado de ser un nuevo Bob Dylan a ofrecer sonidos rocanroleros, pinceladas de blues y envolver los conciertos con una espléndida orquestación.

Y el 14/15 de febrero de 1986, en la que además de contar con la magnífica formación de Viceversa (guitarras: Pancho Varona y Manolo Rodríguez; bajo: Javier Martínez; batería: Paco Beneyto; teclados: Marcos Mantero; coros: Teresa Carrillo; percusión: Chema Rojas; saxofón: Andreas Prittwitz), acudieron Jaume Sisa (como Ricardo Solfa), Luis Eduardo Aute, Javier Krahe…

Javier Gurruchaga, dentista en '¿Qué he hecho yo para merecer ésto!' (1984)

Y al cierre (Adiós, adiós y Pisa el acelerador), alguien —afirma Sabina— que ama como él el rock and roll, el circo y el cabaret: Javier Gurruchaga.

Fruto de este último concierto contamos con el disco grabado en directo Joaquín Sabina y Viceversa, que a fecha de hoy es probable que haya alcanzado sobradamente las cuatrocientas mil copias. Entre el público podemos citar a Ana Torroja (Mecano), Miguel Ríos, Concha García Campoy y Gerardo Iglesias, entre otros.

Viceversa se disgregó. Algunos de ellos, como Pancho Varona, siguió con Joaquín, y Andreas Prittwitz colaboró ocasionalmente.

Y ese mismo año, en los Veranos de la Villa, volvemos a ver a Sabina en nuestro barrio, en Las Ventas. Ya estuvo antes, en 1985, en el concierto de Diario 16 con motivo de los 3.000 números de aquel magnífico periódico…

Y en 1987, cuando Sabina decide presentar al público el impresionante Hotel, dulce hotel (11/05/1987) aquí, nuevamente en nuestro barrio, en el antiguo Palacio de los Deportes…

Sabina es un cantante que llega al gran público. Y desde entonces con un caché al nivel de Rocío Jurado o Serrat.

Pasados los años, Calle Melancolía, Princesa, Whisky sin soda, Así estoy yo sin ti y muchas otras más de este repertorio inicial del de Úbeda irán ocupando un lugar en los anaqueles de la memoria de varias generaciones.

Es cierto que la ciudad donde vivo a veces es el mapa de la soledad, pero otras encuentras el barrio de la Alegría en cualquier parte.

En 1986 Joaquín Sabina tocó en la plaza de toros de Las Ventas en los Veranos de la Villa.


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