Vida parroquial en tiempo de pandemia
Evergiste Rukebesha, 16 de junio de 2020
La particularidad más relevante de la parroquia de San Patricio es que está sin templo. Lleva 50 años usando una iglesia prestada por el Colegio de Santa Susana y ahorrando para la construcción del templo propio en cuanto caiga la concesión de un terreno.
Es posible que esta circunstancia desfavorable sea una de las causas del compromiso de la feligresía. En esta parroquia existe un fuerte sentimiento de pertenencia y una voluntad de participación manifiesta. Se ha vuelto a ver en este tiempo de aislamiento.
La situación de pandemia casi ha duplicado el número de familias de nuestro territorio parroquial que acuden a Cáritas en busca de asistencia para cubrir sus necesidades básicas (de 45 a 80 familias). La grata sorpresa es que también los fieles de la parroquia han respondido a esa nueva coyuntura con una admirable generosidad: en este tiempo de pandemia, las aportaciones de los parroquianos a Cáritas se han multiplicado por cinco, y ya que la mayoría de las voluntarias es de edad de riesgo, el grupo de jóvenes se ha encargado de ayudar al párroco en la atención directa de esas familias asistidas.
Igual que en todas partes, la pandemia nos ha arrebatado a algunas personas muy queridas. En circunstancias normales todos los miembros vivos de la parroquia habrían pasado por el tanatorio a rezar un avemaría y a dar una abrazo a las familias probadas, porque algunos de los fallecidos eran conocidos de todos: una voluntaria de Cáritas y miembro del Equipo Litúrgico durante decenios, el esposo de una catequista, el padre de uno de los líderes del grupo de jóvenes… No hemos podido bendecir sus cuerpos y todavía no les hemos celebrado el funeral. Damos gracias a Dios de que el virus se ha mantenido lejos de los dos sacerdotes nonagenarios de nuestra parroquia.
Compartimos también los interrogantes de todos los que viven en esta tierra sobre el futuro: ¿sabrán las autoridades ser previsoras para que un posible rebrote nos coja mejor armados? ¿Seremos capaces de redinamizar la economía y proteger a los más vulnerables? Conozco algunas personas que llevan en paro desde el inicio del último decenio. ¿Volveremos pronto a nuestros egoísmos y frivolidades?