La retención de líquidos en verano
HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, 9 de julio de 2021
El edema o retención de líquidos es una acumulación de éstos en el espacio intersticial, fuera de las células y de los vasos sanguíneos. Sus síntomas principales son el aumento de peso, el incremento del perímetro abdominal y la hinchazón de las piernas, principalmente de los tobillos. Si presionamos la zona edematizada con un dedo, tras retirarlo queda un hundimiento llamado fóvea, que permanece durante unos segundos o varios minutos. También es muy común que nos aprieten los anillos, las pulseras o la correa del reloj por la acumulación de líquidos en dedos o muñecas.
Las causas son muy variables: desde patologías graves, como las insuficiencias cardiaca, hepática o renal, a enfermedades vasculares menores, cambios hormonales o, simplemente, una alimentación incorrecta. El exceso de sal la favorece, como también una dieta excesivamente baja en proteínas puede conllevar un aumento de peso.
El sedentarismo juega un papel importante en la retención. Simplemente la contracción de los gemelos al caminar facilita el retorno venoso y evita su acumulación. Además, el ejercicio físico favorece la circulación sanguínea a nivel general y el drenaje linfático y renal del exceso de líquidos.
La retención es más frecuente en las mujeres, dado que las hormonas juegan un rol importante en determinados momentos del ciclo femenino o del embarazo. Y también lo es en verano, cuando los edemas aparecen de forma más evidente por el calor. El aumento de la temperatura produce una vasodilatación general y periférica que favorece la salida de líquidos desde el interior de los vasos.
Consejos
- Cuidar la alimentación. Vigilar el consumo de sal y de productos salados.
- Sorprendentemente, mantener una ingesta de agua suficiente.
- Aportar a la dieta alimentos de hoja verde.
- Evitar el sobrepeso y el sedentarismo y mantener una vida activa.
- Acudir al especialista si la situación se prolonga en el tiempo o se agrava, para descartar otros problemas.
Por último, evitemos la automedicación con diuréticos, ni en forma de medicamentos sin prescripción facultativa ni de productos de herbolario sin supervisión médica.
Dra. Débora Nuevo Ejeda.
Servicio de Medicina Interna