El láser en urología

En el campo de la medicina, la palabra láser forma parte ya de nuestro léxico habitual. En urología, su aplicación fundamental es el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y de las litiasis (piedras) urinarias, aunque también se utiliza para el tratamiento de algunas estenosis, tumores uroteliales, lesiones en los genitales externos, y se está empezando a emplear en el tratamiento de la incontinencia urinaria.

¿Cómo se usa el láser para la próstata?

El aumento de tamaño de la próstata o HBP es una afección muy común en los varones a partir de los 50 años que puede dificultar el vaciado de la vejiga, provocando lo que conocemos como “síntomas del tracto urinario inferior”.

La HBP puede causar simplemente molestias de mayor o menor intensidad, puede suponer una alteración en la calidad de vida o puede llegar a producir importantes complicaciones en la salud del paciente. La cirugía se indica cuando los síntomas son muy molestos y no mejoran con el tratamiento médico o cuando la obstrucción al vaciado de la vejiga produce alguna complicación. Consiste en extirpar o resecar el tejido adenomatoso que ha crecido y produce la obstrucción, dificultando el vaciado. Tradicionalmente se ha realizado mediante resección transuretral en el caso de próstatas pequeñas, o cirugía abierta en el caso de próstatas más grandes.

Actualmente, el empleo de distintos tipos de láser permite intervenciones mínimamente invasivas, con menor sangrado, escasas complicaciones y una recuperación más rápida, lo que posibilita que todas las próstatas pueden ser intervenidas de forma endoscópica.

En general, para próstatas de hasta 70 u 80 gramos lo más habitual es realizar una vaporización prostática, siendo los láseres más utilizados el KTP (láser verde) y el de diodo. Para próstatas muy grandes, de más de 100 gramos, en cambio, el láser más recomendable es el de Holmium de 100 watios, que permite efectuar una enucleación en lugar de una vaporización prostática.

¿Por qué usamos láser en las litiasis?

El láser se ha convertido en una herramienta fundamental, ya que permite fragmentar cualquier tipo de piedra a cualquier nivel del aparato urinario, tanto vejiga como uréter o el propio riñón. En este último caso, mediante la utilización de sofisticados ureteroscopios flexibles se procede a la visualización directa de las cavidades intrarrenales y a la fragmentación mediante fibras de láser de menor calibre.

Para las litiasis, el láser utilizado habitualmente es el de Holmium (20 o 30 watios). Los fragmentos son extraídos mediante pinzas o cestillas especiales; si son muy pequeños, de tamaño milimétrico, son expulsados espontáneamente.

Dr. José Manuel Duarte
Eq. de Urología Integral NSR
Hosp. Ntra. Sra. del Rosario

 

 

 

 


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