Otra vez a votar

Voy a volver a recordar lo de siempre, aunque cuando lean esto ya habrá pasado el momento de hacerlo: sí hay que ir a votar, a quienes prefieran, y si no hay ningún partido que inspire confianza, no voten en blanco, porque eso reporta una suma de lo que valoren quienes deciden sobre ello, que a los partidos que más votos hayan conseguido les asignen por cantidad y solo a los que lleguen a un determinado porcentaje de votos. Por eso es preferible hacer voto nulo, los más imaginativos pueden poner algún detalle de humor. Han llegado a meter una rodaja de chorizo en un sobre de los que envían con la papeleta de algún partido, pero no hace falta llegar a eso: basta con elegir una papeleta cualquiera, la del partido que menos les guste, y simplemente pueden tacharla con una gran X. Sobre todo porque no sé si fue Rajoy o alguien de los suyos quien dijo que la “mayoría silenciosa”, los que no votaban, era porque estaban de acuerdo con los que tenían el gobierno y querían que todo siguiera igual.

Sí, hay que votar porque así, si están cumpliendo con el programa que han presentado, pues pueden sentirse contentos por su elección; y si no es así, pueden reclamarles su falta de formalidad; e incluso, si se han pasado de rosca, se puede llegar a exigir su dimisión por incumplimiento de su compromiso. Porque sus propuestas ofrecidas en el programa deberían ser proyectos de actuación, y si ya de antemano sabían que eran irrealizables, entonces ya iban engañando desde el principio.

En fin, esperemos que podamos conseguir una gobernanza digna en nuestra comunidad.