La nueva normalidad vendrá con las pilas puestas

La percepción del futuro nos estremeció el día 11 de marzo cuando la Organización Mundial de la Salud elevó la situación de emergencia, como consecuencia de la COVID-19, a pandemia internacional ante la rápida extensión del virus. En consecuencia, el 14 de marzo el Gobierno decreta el estado de alarma por el que, para protección de los ciudadanos, entre otras disposiciones, se restringe la movilidad y la actividad.

Desde entonces hemos podido ver el esfuerzo heroico de nuestros sanitarios, el trabajo ímprobo del profesorado manteniendo el curso y la enseñanza online de sus alumnos que tanta disciplina han empleado, el anhelo de nuestros pequeños por pisar la calle, la responsabilidad y solidaridad de los habitantes de Madrid y el deseo de la Administración de ayudar a todos aquellos que se han visto sacudidos por esta crisis. Un esfuerzo titánico de todos nosotros que en la inmensa mayoría hemos respetado el confinamiento empleando nuestro tiempo en leer, ver las noticias o arreglar nuestros armarios y mantener el contacto telefónico con familiares y amigos. Aun así, la lucha continúa y debemos seguir protegiéndonos y protegiendo a nuestros seres queridos.

La situación de vacío en las calles nos ha permitido ver de qué manera la contaminación ha desaparecido de nuestro aire y ha dejado ante nosotros el deseo de unas ciudades más limpias y habitables con el criterio de que si el coronavirus mata, la contaminación también.

Inmersos en este proceso de energías no contaminantes, la industria automovilística se reconvierte. El futuro apunta hacia vehículos no contaminantes, y en este sentido el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado un paquete de ayudas a la industria automotriz de 8,8 mil millones de euros. Están destinadas a la recuperación de la industria, a incentivos a nuevos vehículos eléctricos y a la renovación del parque con la vista puesta en una producción ambiciosa. “Necesitamos un objetivo motivador: convertir a Francia en el principal productor de vehículos limpios de Europa llevando la producción a más de un millón de automóviles eléctricos e híbridos por año durante los próximos cinco años”, ha expresado Macron.

Así, Renault va a desarrollar un motor eléctrico de 100 kWh para la Alianza (Renault, Nissan y Mitsubishi), en Cleon, Francia, en lugar de Asia. PSA producirá el SUV eléctrico 3008 en una plataforma de nueva generación, en la planta que el fabricante tiene en Sochaux, al tiempo que mantiene su producción en las factorías españolas.

Se sigue con el plan previamente anunciado para la instalación de 100.000 puntos de carga para 2021. La UE y los Gobiernos pueden utilizar la recuperación para emerger con una economía más sana y ecológica, que refuerce su estrategia industrial de vehículos eléctricos y cree miles de puestos de trabajo.

El pasado mes de diciembre, la Comisión Europea aprobó una partida de 3.200 millones de euros para apoyar, entre otras cosas, la investigación y el desarrollo de baterías en diversos países pertenecientes a la Unión Europea. Este proyecto, que también recibirá inversiones privadas, permitirá acelerar la creación de una potente industria de baterías autóctona.

Una de las iniciativas beneficiadas por los planes de la Comisión Europea será el consorcio creado por el fabricante de automóviles francés PSA (Peugeot-Citroën, Opel) y el constructor de baterías Saft (perteneciente al gigante petrolífero de origen galo Total), el cual recibirá 1.300 millones de fondos públicos para la creación de dos gigafábricas de baterías (una en Francia y otra en Alemania).

Así, con el recuerdo para todos aquellos que han perdido la vida como consecuencia de esta terrible enfermedad, nuestra actividad sigue con el deseo de aportar un mundo más limpio y seguro que hoy pasa por energías no contaminantes. La nueva normalidad viene con las pilas puestas.



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