JESÚS A. BORNAO. Mayo 2019.
“European Car of the Year” es el nombre de un prestigioso premio que se concede anualmente, desde 1964, al mejor automóvil lanzado en Europa en los últimos doce meses antes de enero del año correspondiente. Como garantía de imparcialidad, el jurado está compuesto por más de 60 periodistas de 25 países distintos que publicitaron su decisión en el Salón de Ginebra de este año, arrojando un resultado muy igualado entre los cuatro primeros clasificados, dándose el caso de empate entre los dos primeros. El resultado de las votaciones fue de auténtico vértigo, teniendo en cuenta que concurrían 38 modelos: Jaguar I-Pace: 250 puntos; Alpine A110: 250 puntos; Kia Ceed: 247 puntos; Ford Focus: 235 puntos; Citroën C5 Aircross: 210 puntos; Peugeot 508: 192 puntos; Mercedes Clase A: 116 puntos.
Dentro de la categoría SUV, tan de moda, se encontraban el Jaguar I-Pace y el Citroën C5 Aircross, siendo el I-Pace el único totalmente eléctrico, con dos motores situados en cada eje, lo que le confiere una tracción total y que rinden entre ambos la nada despreciable cifra de 400 CV, alcanzando una velocidad máxima de 240 km/h, con 696 Nm de par motor instantáneo y una aceleración de 0 a 100 de 4,8 segundos. Unas cifras de vehículo deportivo.
La batería de 90 kW/h del I‑PACE se ha diseñado para proporcionar una larga vida útil, y ofrece periodos prolongados de potencia máxima constante. La ubicación de la batería entre los ejes proporciona al vehículo un bajo centro de gravedad, lo que beneficia su dinámica y hace del I‑PACE un automóvil para los amantes de la conducción. El vehículo tiene una autonomía de entre 470 y 415 km en el ciclo WLTP. Se obtiene mediante su batería de ion-litio de alta tecnología.
El I‑PACE no precisa una caja de cambios. Su lema es la simplicidad. JaguarDrive proporciona de forma instantánea una aceleración constante de 0 a 12.000 rpm sin retardo y sin interrupciones por el cambio de marcha.La suspensión neumática activa nos recuerda a las utilizadas durante años por Citroën y que, al reducir el espacio existente entre el vehículo y la calzada, mejora el rendimiento aerodinámico y la autonomía. La suspensión neumática activa opcional baja 10 mm la altura del vehículo cuando se circula a velocidades superiores a 105 km/h durante un largo periodo de tiempo.
El I‑PACE puede preacondicionar el interior antes de la salida mientras el vehículo se está cargando. De este modo, puede utilizar la electricidad de la red, y no de la batería, para calentar o enfriar el interior.
Con un diseño elegante y aerodinámico, además de un bajo coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,29Cd, el I‑PACE se ha creado para proporcionar eficiencia al cortar limpiamente el aire y obtener la máxima autonomía y estabilidad. Visto desde cualquier ángulo, gracias a su fluida línea de cintura, a la espectacular toma de aire del capó y a la inconfundible línea trasera, resulta de una modernidad absoluta. Una longitud de 4,68 m, una anchura de 2 y una altura de 1,56 permiten un espacio habitable más que suficiente para sus cinco pasajeros y una capacidad de maletero de 656 cm3.
El I‑PACE integra perfectamente tecnología y habitabilidad. El diseño interior es limpio y ordenado con detalles agradables al tacto y líneas amplias. La naturaleza de la transmisión eléctrica ofrece espacio adicional, lo que proporciona mayor libertad para maximizar la comodidad que proporciona el interior.
El sistema de infoentretenimiento Touch Pro Duo del I‑PACE hace que resulte muy sencillo controlar todas las tecnologías del vehículo. La función de wifi 4G se incorpora de serie, y hay disponible un amplio abanico de características de conectividad. Así será fácil estar en contacto con tu mundo digital.
El I-PACE es el primer vehículo eléctrico fabricado por una empresa que en 2022 cumplirá cien años y que hará más limpias nuestras ciudades.