Análisis de situación. Tensiones y climas
ALPA
Pregúntese: “¿en qué situación vivo?”. Hágalo, pero ordenadamente. Describa con claridad su situación en función de: edad, sexo, trabajo, hogar, salud y amistades. En todos esos casos, aclare las tensiones más desagradables que sufre.
Considere ahora en qué “climas” mentales vive. Entienda por “climas” las sensaciones más globales y, a veces, más irracionales que sufre: clima de desamparo, de violencia, soledad, injusticia, opresión, inseguridad, etcétera.
Avance un paso más. Si ha descrito con claridad su situación actual en función de edad, sexo, trabajo, etcétera y ha descubierto en cada caso las tensiones que operan, haga otro tanto con los climas.
Ejercicio 1
Abra varios renglones en su cuaderno, consignando sucesivamente las situaciones vitales y, al lado de cada una de ellas, haga consideraciones muy breves y precisas. Una vez completado el cuadro, sintetice. Damos a continuación un ejemplo totalmente arbitrario.
Edad: 50 años. Irritación al comprender la pérdida gradual de energía. Temor de perder el actual trabajo. Desolación frente al futuro. Reconciliación por la experiencia ganada. Frustración por haber desaprovechado numerosas oportunidades, etcétera.
Sexo: femenino. Comprensión desapasionada del matrimonio. Tensión por lograr que los hijos hagan lo que no pude hacer. Clima de necesidad de apoyo indefinido, tal vez en mi marido, etcétera.
Trabajo: bien remunerado. Temor a ser desplazada por los subalternos. Violencia por la falta de consideración a mis méritos. Clima indefinido de “paredes que se cierran”, etcétera.
Hogar: casa sin intimidad por las amistades de mis hijos y marido. Necesidad de vivir más alejada del centro urbano. Clima de asfixia que se justifica por el problema del smog. Horror a la contaminación y a la suciedad, etcétera.
Salud: soy la más fuerte de la familia, eso me crea tensión por tener mayores responsabilidades con el conjunto. Inconcebible sentimiento de culpa por la fragilidad de los demás. Temor a una enfermedad fatal y difuso sentimiento del apoyo que recibiría en caso de enfermedad. Ambivalencia, etcétera.
Amistades: pocas, salvo las de los otros miembros de la familia, que encuentro criticables. Reuniones formales con miembros de la empresa. Participación fría con algunos conocidos en ciertos servicios religiosos (matrimonios y defunciones). Rechazo por las reuniones de cumpleaños o año nuevo. Clima de nostalgia por las amistades perdidas de mi juventud, etcétera.
Síntesis: Irritación conmigo misma por no haber hecho otro tipo de vida. Tensiones por falta de reconocimiento hacia mi persona. Climas de temor al futuro, soledad, encierro. Desesperación y confusión de sentimientos frente a una enfermedad fatal. Conformidad por la experiencia ganada y por algunos logros. Quisiera superar el resentimiento hacia muchas cosas y personas del pasado. También necesito disipar el temor al futuro, que es cada día mayor, etcétera.
Realizado el ejercicio, con sus anotaciones reales, saque consecuencias de tal situación y formule propósitos útiles. Observe que no es luchando contra los factores negativos, sino ampliando los positivos que descubre la mejor forma de hacer evolucionar su situación.
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