Violaciones a los derechos humanos
EDITORIAL, 14 de noviembre de 2023
Las violaciones a los derechos humanos continúan aumentando en el mundo. Hay presos de conciencia, torturas institucionales y asesinatos políticos, usados por los Gobiernos. Las guerras muestran claramente los abusos y carnicerías efectuados por todos los bandos contra decenas de miles de personas que están siendo asesinadas, torturadas y matadas de hambre, sed o enfermedad, muchas veces solo debido a su etnia. Las denuncias de torturas y malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad se han elevado considerablemente en muchos países supuestamente civilizados. En estos casos, la raza de las víctimas desempeña un importante papel. También grupos armados de oposición cometen serias transgresiones a los derechos humanos.
Existe la pena de muerte en 52 países actualmente, así como miles de civiles desarmados están siendo asesinados. Todavía campean a sus anchas fuerzas de seguridad y “escuadrones de la muerte” que asesinan a inocentes. Y ocurren arrestos y ejecuciones a presos políticos. Se mantiene encarceladas, por razones políticas, a miles de personas, así como cientos de niños y otros “indeseables” son ejecutados. Continúan desapareciendo personas o siendo ejecutadas extrajudicialmente por las fuerzas de seguridad. Existen los malos tratos generalizados y condenas a cadena perpetua tras juicios irregulares, etc., y tristemente la lista es interminable.
Agencias periodísticas de distinta orientación han exhibido mapas del mundo en los que se ve a decenas de países salpicados por el atropello a los derechos humanos y a otros en los que se contabilizan los muertos en guerras religiosas e interétnicas. También aparecen diversos puntos en los que miles de personas han perecido por causa del hambre en su lugar de origen, o en medio de grandes migraciones.
Pero lo mencionado más arriba no agota el tema de los derechos humanos ni, consecuentemente, las violaciones que éstos sufren, y todo ello nos expone claramente que todavía vivimos bajo el signo de la violencia, en este caso de la más primitiva, la más visceral, la que nos aleja de nuestros valores y derechos humanos y nos emplaza en esa etapa primaria de nuestra evolución. Y esto nos hace preguntarnos: ¿para cuándo la real salida de la prehistoria? ¿Para cuándo la salida de esta adolescencia de nuestra especie, logrando esa madurez anhelada en la que los seres humanos protejan y den posibilidades de desarrollo a todas las formas de vida?