PRENSA AYTO.
Desde el 1 de abril ha comenzado la regularización catastral del municipio de Madrid, un procedimiento de lucha contra el fraude que permite la incorporación al Catastro de nuevas construcciones, rehabilitaciones o reformas que no hayan sido debidamente declaradas y que, por tanto, no contribuyen al sostenimiento de los servicios públicos en la misma proporción que el resto de los inmuebles catastrales de la capital.
Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento. Foto: Prensa Ayto.
El proceso tiene un plazo de 12 meses, y su propósito es garantizar la distribución equitativa de los impuestos municipales conforme a la capacidad económica real, que pone de manifiesto el valor catastral de los inmuebles.
Con la inclusión de Madrid en el plan de regularización catastral 2016 se da continuidad al trabajo de lucha contra el fraude que ya realiza la Agencia Tributaria de Madrid desde 2004, gracias al convenio de colaboración suscrito por la dirección general del Catastro —dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas— y el Ayuntamiento, que ha permitido la incorporación a este censo de más de 140 000 inmuebles omitidos o incorrectamente catastrados.
La regularización solo afecta a aquellos inmuebles que no están adecuadamente incluidos en el Catastro. No implica una nueva revisión de valores catastrales, ya que los inmuebles regularizados se estiman con la Ponencia de Valores vigente en el municipio de Madrid.
La revisión del valor catastral tiene efecto desde la fecha en que se realizó la obra nueva o la modificación que no se declaró, por lo que, cuando proceda, se liquidarán los atrasos pertinentes en el IBI. No se imponen sanciones, si bien se aplica una tasa de 60 euros por cada bien inmueble regularizado. Las condiciones y la tasa vienen determinadas por el marco estatal, que el consistorio aplica en cumplimiento de un acuerdo del pleno de septiembre.